Esos ojos verdes

pasta al nero di sepia con frutti di mare

(Narra Claire)

Entré a paso decidido en clase, me preocupaba que Harry me cogiese la mano y me impidiese ir a clase por mi cara, básicamente. Me encontré mi sitio con las chicas "populares", salí de clase hasta que entrase el profesor o llegase Stella. Llegó el profesor antes que Stella, bueno ella ni se presentó.

La primera clase que teníamos hoy era Inglés, al entrar el profesor todos se sentaron en sus sitios, yo incluida. Aquella chica giró sobre sus talones y, con una mirada fulminante, avanzó hasta su sitio y la clase comenzó. Podía sentir su mirada en mi cogote todo el rato. Al acabar la clase se acercó a mí y me preguntó por Harry.

-Sabes que no eres lo bastante buena para él, solo juega contigo, seguro que prefiere a cualquiera antes que a ti.

-Escúchame guapa, no sé si Harry me quiere o no, pero si sé que no voy a permitir que me hables otra vez así. Deja de joderme la vida. Ahora mismo Harry y yo estamos perfectamente. Sí, Harry Styles y yo estamos perfectamente, asi que déjame en paz Sabrina.- dije sin inmutarme. Giré sobre mis tobillos y salí del aula antes de que puediera contestarme.

No tenía ganas de ir a la siguiente clase, salí del recito escolar y me dirigí a la casa de Harry, sabía que hasta dentro de media hora, mínimo no llegaría, pero andar me hacía bien y el frío aire de invierno también. Encendí el reproductor del móvil y le di al play al álbum "four" de los chicos.

Según iban pasando las canciones yo las iba cantando, la gente que pasaba a mi alrededor se quedaba mirandome, pero yo estaba feliz en mi mundo de mis chicos, porque ahora sí podía decir que eran mis chicos. El móvil cambió de álbum y empezó a sonar Taylor Swift y no pude evitar sentir celos; Harry había estado con ella, y a su lado yo no era nadie. No debía dejar que el comentario de Sabrina me adectara, estoy con Harry, estamos bien.

Cuando entré en la casa oí a Harry hablar con alguien por teléfono, me acerqué más a la puerta pero no escuché nada más ¿Qué estoy haciendo? Al ver que no hablaba más, entre en su cuarto y le abrmacé por la espalda. Se estremeció y me di cuenta de lo frías que tenía las manos

-¿Qué haces aquí? ¿No tendrías que estar en clase?

-¿No te alegras de verme?

-más de lo que te imaginas- dijo sonriendo. Puso sus manos en mi cadera y me tiré encima de él a la cama. Nos quedamos a, apenas, dos centímetros de distancia. Me acarició el pelo y acerqué mis labios a los suyos

-¿y esto?- preguntó

En respuesta volví a juntar mis labios con los suyos.

-Te quiero- Dije con mis labios en los suyos

-Yo también, pequeña- dijo separándose de mí.- Tenemos que hablar, Claire.

-¿Qué pasa?- dije con la voz entrecortada y nerviosa.

-No es nada, tranquila, es una pregunta solo. ¿Qué... qué crees que pasa con tus sueños?- mi mirada fue extraña- Me refiero ¿Crees que...? ¿sería buena idea que fueras al psicólogo?

-¿A qué te refieres?- sabía perfectamente lo que quería decir

-Estas mal, te veo mal, siempre estás sonriente, pero esa sonrisa- Dijo acariciando mis labios- es una sonrisa triste

-Estoy bien. Siempre he tenido pesadillas. Bien es cierto que cada vez son más seguidas y con menos sentido, pero siempre he tenido pesadillas.

-Deberías ir al psicólogo. Estás estresada por la universidad, tus padres te traen de cabeza, tu hermano, nosotros...

-...

- ¿Dije algo?

-Mi hermano- dije en un susurro.