Capítulo 13

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Hanna.

La noche ha ido de maravilla, parece que le agrado a los padres de Jack. Estuvimos hablando sobre cosas sobre mí y mi familia, sé que a ellos se le hace difícil hablar sobre temas familiares.

Terminamos de cenar y los padres de Jack se fueron a su recámara, estaban exhaustos. —¿Quieres subir a mi recámara?— admito que escuchar esto me hizo pensar muchas cosas ¿para qué querría qué subiera a su recámara?—Hanna ¿Estás bien? Estás toda roja.

—Si amor, estoy bien.

Jack me tomó de la mano y me llevó a su recámara. Tenía la certeza de que sería una recámara todo dark, pero no fue así, tenía todo muy organizado, un estante donde tenía trofeos, medallas, fotos y figuras de motos.

Ví una repisa y me dirigí hacía donde estába. Tenía libros, adornos y fotos; entre esas fotos estaba una que fue la que más llamó mi atención, era de su familia, la foto mostraba sus rostros sonrientes saltando en la nieve. —Se llamaba Zoé— la voz de Jack hace que ponga la foto donde estaba.

Quise evadir el tema, lo que menos quería es ver a Jack llorar. —Está muy bonita tu recámara.

Jack me toma de la cintura y me acerca hacia él —¿La pasaste bien está noche?

—Estuvo perfecta, tus padres son muy agradables.

Jack pega su frente de la mía —Gracias burbuja— susurra.

—¿Por qué?

—Haces que cada día sea mejor, no sabes la falta que me hacía cenar con mis padres—La voz de Jack se hacía cada vez más frágil —Dejamos de ser una familia hace mucho tiempo, pero hoy me sentí como en una, gracias Hanna— empezó a llorar silenciosamente.

—Habrán muchas noches como esta, te lo prometo— limpié sus lágrimas— ahora sonríe, me encanta cuando lo haces.

Jack sonrió y se vió tan perfecto que no me pude contener y lo besé apasionadamente, sentí como todo mi cuerpo entraba en calor y un gemido se escapó de mis labios. Jack me pegó contra la pared y empezó a besarme el cuello, sus labios son tan suaves que hace que suelte pequeños gemidos de placer.

Sexo la palabra que hizo click en mi mente, ¿Qué estás haciendo Hanna? Este no es el momento sus padres están en casa. —Creo que ya es hora de irme— me moví hacia un lado, no quería que esto se saliera de control.

—¿Ocurre algo?

—No es nada, es solo que ya me tengo que ir cariño— Jack y yo salimos de la recámara y ví al final del corredor una puerta con un póster de la banda rusa llamada Tatu, me gusta mucho esa banda lo cual me llamó la atención, pero decidí no preguntar.

Salí y la brisa fresca de la noche se sentía tan bien al entrar en contacto con mi piel. —Hasta mañana— le di un beso rápido y di la espalda hacia mi camino.

-
Al día siguiente me desperté super tarde, amo los sábados. Bajé a desayunar y me llevé la mejor de las sorpresas, papá estaba en casa. —¡Papá!— corrí para abrazarlo—¿por qué no avisaste qué venias? Te extrañé tanto.

—Hanna cariño ¿cómo estás?

—Excelente papá— volví abrazarlo— moría de ganas por verte.

Pasamos a la mesa donde mi madre ya tenía todo listo para el desayuno. Hablamos del trabajo de papá y sobre el equipo de fútbol de Chris. —Hanna ¿por qué no le dices a papá qué tienes novio?— Chris me da una sonrisa hipócrita.

—¿Eso es cierto?

—Sí papá, se llama Jack, es nuevo en la escuela.

Papá echa a un lado el plato, —¿Por qué no sabía esto?

—Pues porque nunca estás presente, es obvio.

—Hanna esa no son formas de hablarle a tu padre, respeta.— la voz de mamá es firme y fría.

Puse la servilleta que tenía en mi regazo en la mesa y me paré dándole una mirada de odio a Chris.

Terminé de darme una ducha y arreglarme ya que quedé de verme con Anny. Alguien toca la puerta —Adelante— grité mientras me arreglaba el cabello.

—Hanna tenemos que hablar— mi padre se sienta en la cama.

—Supongo que es de lo que pasó.

—Así es, hablame de él.

—Se llama Jack y como te dije es nuevo en la escuela, es de Canadá y es una excelente persona, me trata super bien. Es solo que a Chris no le agrada del todo y por eso trata de joder lo más que pueda.

—Me gustaría conocerlo, ya que paso la mayor parte del tiempo fuera, es mi derecho saber con quien andas hija.

—Sí señor.

Papá se retiró de mi recámara y comencé a enviarle mensajes a Jack, era extraño que no me hubiese escrito un mensaje de buenos días. Le hice varias llamadas y no me contestaba, decidí ir a su casa ya que quería contarle lo de mi padre.

Llegué y toqué el timbre, la mamá de Jack abre la puerta —Buenos días Sra Harrison ¿se encuentra Jack?

—No, pensé que estaba contigo.

Me puse muy nerviosa y empecé a pensar múltiples cosas —Está bien, seguro anda con los chicos de la escuela— me fui rápidamente.

Jack no es así y es lo que más me preocupa.

Nuestros recuerdos en el camino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora