He llegado a pensar que Jack está mal de la cabeza, nisiquiera dejó que decidiera por mí misma ir con él o no. Estaba muy nerviosa daba mil vueltas por toda la recámara, decidí llamar a Anny. —¡Pollito me estoy quedando loca y está vez no es broma!
—¿Qué pasa?
—Saldré con el chico nuevo.
—¿¡Quéeeeeeeeeeeeeee!? Eso está perfecto Hanna, te vas a ligar el chico más guapo de toda la escuela. ¿Qué hay de malo con eso?
—Lo detesto, pero ayer me contó un poco sobre su vida y no es el chico tan canalla como parece.
—Hanna admítelo te gusta el chico nuevo.
—No me gusta pollito, ahora ayúdame a elegir un outfit adecuado.
Elegí un vestido rojo que llegaba hasta mis rodillas con unas Vans. Al salir de mi recámara me encuentro con Chris —¿A dónde vas?— pregunta sin dejar de mirar su celular
—Iré a Mezcal.
—¿Con quién?
No quise responder y salí de casa.
Llegué al restaurante y Jack ya estaba esperándome —Hola Jack disculpa la demora.
—No pasa nada, estás muy hermosa.
—Muchas gracias— fijé la mirada a la ventana para disimular el rojo de mis mejillas.
Íbamos conversando más sobre su vida, pedimos hamburguesa y malteadas. —Háblame más sobre tu vida Hanna, ya hablamos mucho de mí.
—¿Qué quieres saber?
—Pues no sé, cosas sobre tí.
—Me llamo Hanna Heders, me gustan las hamburguesas, creo que es obvio, me gusta leer. En verdad no tengo muchas cosas que decir sobre mí, he tenido una vida básicamente monótona.
—Tendrás mucho que contar ya verás.— dice Jack tomando un sorbo de su malteada
—¿A qué te refieres?
—Tranquila burbuja.
—Me gustan las cosas claras Jack, no sé cuales sean tus intenciones conmigo, pero prefiero que seas honesto conmigo.
—No pretendo hacerte daño, es lo único que te puedo decir.
Había tardado mucho y decidí irme a mi casa, se ofreció a traerme pero sería muy obvio y prefiero ahorrame ciertos comentarios. Llegué a casa y mi madre me estaba esperando. —¿Dónde andabas jovencita?
—Salí al restaurante por algo de comer.
—Hanna soy tu madre, no me mientas, si tuviste una cita solo dímelo.
—Salí con alguien mamá, pero no fue una cita. Y dile a Chris que deje de estar de chismoso.
Me fuí con dirección a mi recámara. Me quedé tirada en la cama, es que todavía no me hacía la idea de que esto haya pasado, dice que no quiere hacerme daño pero no entiendo que quiere conmigo, lo mejor será dejar que todo fluya.
-
Al siguiente día salí a comprar algunas cosas porque las autoridades meteorológicas dicen que habrá una vaguada está noche. Estaba con mamá preparando la cena —Hanna ¿quién era ese chico con el que saliste ayer?
—Es el hijo de los nuevos vecinos, va a las mismas clases que yo.
—¿Te gusta?
—Mamá no empieces, solo somos conocidos.
—Está bien, cualquier cosa me dices.
Terminamos de cenar y lavar los platos. Subí a mi recámara para ver una película, la vaguada ya había comenzado. Estoy totalmente concentrada viendo la película cuando el sonido de mi celular me saca de onda, revisé y era un mensaje de Jack que decía: ¿Puedes salir un momento?
Era casi media noche, no quería salir debajo de tremenda lluvia, le respondí el mensaje: ¿Qué ocurre Jack? está muy tarde.
No me respondió nada y me quedé un poco nerviosa ¿para qué me necesitaría a esta hora? Tenía que averiguarlo, me abrigé y salí de casa de forma muy cautelosa, no quería que se dieran cuenta. Al salir no veo a Jack por ningún lado, me acerco un poco más a su casa y lo veo sentado debajo de la lluvia, al parecer estaba ebrio y lloraba desconsoladamente —Jack ¿qué ocurre?—dije mientras intentaba moverlo.
—No hice nada para ayudarla, nisiquiera me di cuenta que estaba mal.
—¿De qué hablas?
—La extraño Hanna, la casa se siente vacía sin ella— lloraba como un niño, a decir verdad me partía el alma verlo así.
Me acerqué y le di un abrazo —Jack, tienes que entender que no fue tu culpa, no puedes estar carcomiéndote a tí mismo por dentro, tu hermana no hubiera querido verte de esta manera.
Sus gritos eran cada vez más fuertes —Tranquilo estoy aquí para ti cariño, todo va a estar bien el tiempo no cura las heridas del corazón, pero te enseña a vivir con ellas.—me quedé con él hasta que se pudo calmar.
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Nuestros recuerdos en el camino.
RomanceLas personas suelen decir que todos nacemos destinados a conocer una persona que nos cambie la vida y esa frase no cobró sentido hasta que te conocí. Desde aquel día entendí que yo había nacido para amarte y que mi alma estaba unida a la tuya desde...