Capítulo 16.

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Jack.

A la mañana siguiente un rayo de sol se postró por la ventana e iluminaba el rostro de Hanna a la misma vez que sentía su respiración en mi pecho; se mostraba tan frágil y vulnerable que no podía hacer nada más que admirar su belleza y la tranquilidad con la que dormía. Coloqué el fleco de cabello que cubría su rostro detrás de la oreja y el sonido del timbre constantemete me sacó de mis pensamientos.

Sali de la cama con mucha cautela de no despertar a Hanna, baje las escaleras con rapidez por el incesante sonido del timbre; cuando abrí la puerta me sorprendí al ver a Chris en el pórtico mirándome con furia. —Quitate sujeto— Chris me echó a un lado y subió las escaleras rápido.

—No puedes subir así ¡Joder!— no hizo caso a mis palabras y empezó abrir puerta tras puerta, sé perfectamente que quería llegar hasta donde estaba Hanna. Antes de que abriera la puerta de la recámara donde estaban las cosas de Zoe me interpuse en su camino —Ni se te ocurra entrar ahí o te juro que te mato.— he sido muy pasivo con Chris pero esto es algo que no se lo voy aceptar, puedo llegar a ser muy agresivo e incontrolable.

—¿Qué? Tienes a Hanna ahí lista para follartela y acabar con su inocencia— las palabras de Chris cegaron mis ojos de furia, iba acabar con este hijo de puta. Me echó a un lado y entró rápidamente a la recámara que estaba abierta, donde estaba Hanna. Entró y gritó tan fuerte que se despertó asustada —Maldita sea Hanna ¿Qué has hecho? Eres una puta— intentó tomarla por los pies, pero esa fue la gota que derramó el vaso.

Tomé a Chris por el cuello y lo pegué contra la pared, era más alto que él por lo cual se me hacía fácil —Si vuelves a tan solo pensar en pegar tus sucias manos de mi novia y hablarle de esa manera, no vivirás para contarlo. Ahora sal de aquí y espera abajo ¡Ya!— salió tirando la puerta bruscamente —Burbuja ¿Estás bien— me acerqué para abrazarla, estaba asustada.

—Debo irme Jack, lo siento- intentó pararse he hizo una mueca de dolor, lo cual es entendible.

Hanna se vistió rápidamente y veía el dolor reflejado en su rostro, creo que la lastimé. Bajó a donde estaba Chris, tomó su chaqueta y salió, tan solo pude ver su cara de desesperación y la mirada de Chris que solo reflejaban odio.

Hanna.

¿Se han despertado de una pesadilla desgarradora? Sentir su corazón latir como si fuera a brotar del pecho, en un estado de shock, tratando de asimilar todo lo que acabó de presenciar en el sueño. Pues así me sentí yo al escuchar la voz gruesa de Chris retumbar por toda la recámara, ver a Jack ahorcándo a Chris, ¿Cómo diablos iba asimilar todo eso en tan solo unos segundos?

Sabía exactamente porque Chris estaba ahí, no regresé a casa, mis padres o lo sabían o estaban punto de saberlo. Me vestí rápidamente y salí sin decirle tan siquiera adiós a Jack. —Si preguntan, salimos por algunas cosas que necesito para el equipo de fútbol— Chris camina rápido y yo solo trato de asimilar lo que ha pasado.

Dudé por un momento en no entrar a casa, pero no puedo ser tan estúpida y empeorar las cosas. Entré a casa mis padres estaban en la barra desayunando —¿A dónde estaban si se puede saber— la voz de mi padre suena tenebrosa.

Antes de poder decir algo Chris responde por mí —Necesitaba algunas cosas y Hanna fue para ayudarme; la tienda estaba cerrada.

—No se que clase de educación es la que su madre les ha dado, no respetan— eso fue lo que destapó lo que por muchos años mi madre venía guardando.

—¿Y quién eres tú para cuestionar como crio a mis hijos? He sido madre y padre para ellos porque tú nunca has estado presente, he estado ahí cuando el mundo se les viene encima, he dado hasta lo último por mantener está familia de pie, engañandome a mí misma y solo remedias tu ausencia con absurdos regalos que lo compras a último momento porque estas con tu otra familia pasandola de lo mejor ¿creés que no lo sé? Mientras yo tenía que irme a la cama sin el calor de mi esposo, sabiendo que está con otra a quien la llena de placer todas las malditas noches —suspira— mide bien tus palabras antes de referirte a mis hijos, no tienes derecho a cuestionar nada que pase en esta casa.

En el fondo sabía que mamá necesitaba sacar eso de su interior, que la estaba acabando poco a poco. Mamá es fuerte y no demostró debilidad aunque sé que necesita un hombro donde llorar, sé que no puede cargar con todo sola y es momento de estar ahí para ella, como ella siempre lo ha estado para mí.

Que mañana tan caótica, hubiese deseado no despertar...

Nuestros recuerdos en el camino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora