Miré fijamente a Jack y no dude ni por un segundo en lanzarme sobre él y besarlo apasionadamente, estaba completamente segura de dar ese paso, una parte de mi siempre deseó tener este momento con él, quería entregarme en cuerpo y alma y que él se entregará a mí de la misma manera.
Me tomó por la cintura y comenzó a besarme el lóbulo de la oreja hasta bajar a mi cuello, desde allí comenzó a quitar los botones de mi camisa muy lentamente mientras me besaba. Se sorprendió al notar que no llevaba sostén; sentía la exitación de mis senos por el contacto de sus manos entonces pasó su lengua y succionó la puntilla de mis senos, el placer que sentía en aquel momento por la manera en la que me estaba haciendo suya me hacía desear más y el lo sabía. Así que se alejó para volver a besarme con suavidad, mordí su labio y pude ver la exitación en su rostro, entonces, me volvió a besar y yo solo deseaba tener más de él. Regresó a mis senos y con sutileza metió su mano por mis bragas mientras succionaba y lamía con mucha destreza mis senos.
Jack me tomó de la cintura y me miró durante unos segundos, entendí perfectamente así que abrí mis piernas para que se adentrara entre ellas con facilidad; besó mis muslos y con agilidad comenzó a masturbarme. Grité con desesperación mientras gemia por el placer que me estaba produciendo en ese momento mientras introducía sus dedos en mi vagina y frotaba mi clítoris con rapidez y constancia — Estás tan húmeda cariño— su voz me hacía excitar más —Deseo probarte de todas las formas posibles Hanna— entonces se introdujo entre mi vagina y comenzó a besarla y lamerla como si su vida dependiera de ella.
Eran tanto el placer que sentía en ese momento que sentía que mi cuerpo iba a estallar, agarré las sábanas con fuerzas y me estremecí mientras gemia. Era ágil con sus manos y la forma en que usaba su lengua me hacía enloquecer de placer y desear más de él; deseaba todo de Jack y él todo de mí. Era tanto el placer y la constancia en la que introducía sus dedos en mí y la forma en la que su lengua jugaba con mi clítoris me hacía temblar las piernas —Vamos cariño correte para mí— su voz suena tan dominante.
—Oh! ¡Jack!, Te deseo tanto.
—¿Qué es lo que deseas Hanna?— Respondió al tiempo que succionó mis senos mientras frotaba con rapidez mi clítoris —Hanna no te entiendo cariño si lo quieres, solo tienes que pedirlo— dijo mirándome fijamente a los ojos, es tan manipulador.
—Oh! ¡Jack! penetrame maldita sea— dije llena de placer y deseando tenerlo dentro de mi.
Me miró con una sonrisa dibujada en el rostro entonces sacó su miembro y comenzó a frotarlo en mi vagina de una forma juguetona, quería tenerlo dentro de mí y él lo sabía. —¿Esto es lo que quieres Hanna?, Estoy así de duro por ti cariño, luces tan bella en este momento; no hago nada más que desearte— Entonces se introdujo dentro de mí con mucho cuidado y comenzó a moverse con suavidad. La fricción de él dentro de mí, dolía, pero el dolor se fue tornando placentero y comenzó a moverse más rápido. No podía explicar lo que sentía, solo se que lo deseaba y él me deseaba a mí. Me besó apasionadamente mientras sus movimientos eran constantes y placenteros —Vamos, cariño quiero sentir que te corres sobre mí.
Sentí una corriente atravesar todo mi cuerpo y centrarse en mi sexo, mis piernas temblaban de placer y todo mi cuerpo entraba en calor. Mis gemidos eran cada vez más fuertes —Oh! Jack, me voy a venir— los movimientos eran más rápidos y profundos. Mis ojos se pusieron en blanco y fue ahí donde me estremecí con todas mis fuerzas y agarré las sabanas con firmeza, mi primer orgasmo, es inexplicable. Sentí de repente una sensación dentro de mí, Jack acababa de correrse y cayó delicadamente sobre mí —Eres perfecta— susurró en mi oído.
Después de unos minutos se levanta de la cama y se dirige a su baño. Escucho la regadera y Jack sale —Cariño ven— se acerca y me besa la mejilla. Fui a la regadera era enorme y el agua estaba caliente, él decidió darme mi espacio y esperó fuera.
Salí de ducharme y Jack había cambiado las sabanas, ¡Dios! Es tan perfecto —Aquí tienes cariño— me prestó uno de sus shorts y una de sus camisetas, me quedaba como si fuera un vestido.
Luego de él ducharse nos acostamos y fue cuestión de segundos para caer rendidos. La mejor noche de mi vida.
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Créditos a: Floranlly Carpio Cedano. ¡Te amo!
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Nuestros recuerdos en el camino.
RomanceLas personas suelen decir que todos nacemos destinados a conocer una persona que nos cambie la vida y esa frase no cobró sentido hasta que te conocí. Desde aquel día entendí que yo había nacido para amarte y que mi alma estaba unida a la tuya desde...