SHOTO LOVE ME ~BAKUTODO~

CITA

¡Por fin! Después de lidiar con muchas cosas tuve tiempo, justo volví a clases así que tenía mucha tarea acumulada. Espero conseguir más tiempo para actualizar dos veces a la semana.
Y también... quería agradecerles por el apoyo, me hace muy feliz.

10 de enero, medio día.

Shoto se encontraba acomodando su cabello, decidió remover el flequillo a su izquierda para tapar mejor la cicatriz. Nunca le había importado su apariencia pero esta vez estaba algo preocupado.

Era viernes por la tarde, su padre trabajaba y su madre tubo una cita con el doctor. En casa solo estaba sus hermanos.

Shoto se escabulló al cuarto de Fuyumi, golpeó la puerta y entró.

— Shoto, ¿ya estás listo?

— si, ya voy a salir.

— Que bien te ves, espera un momento — Fuyumi le echo perfume — lo compre para ti, suerte hermanito y no te preocupes por Natsuo y mamá, yo te cubriré.

— Gracias — dijo sonriendo, salió del cuarto y de la casa en general, subió al bus y llegó al centro de la ciudad donde Bakugo le había dicho. Aún faltaban 23 minutos así que se sentó en un banco.

"Ahora que lo pienso, ¿no será sospechoso una salida de él y yo solos? Ya lo habíamos hecho antes pero esta vez no podremos decir que solo somos amigos."

— Disculpa — dijo una chica acompañada de dos amigas, eran unas niñas de 13 años que al parecer se fugaron de clases — Eres Shoto verdad. ¿Nos das tu autógrafo? Somos fans tuyas.

— esta bien — agarro la pluma y el cuaderno, en la hoja solo escribió "Shoto" de una forma simple. No podía concentrarse.

— Gracias, ¿po-podemos darte la mano? — insistían muy ansiosas.

— Si — Extendió la mano y cada una comenzó a estrecharla — bien... — Shoto no sabía cómo decirles que se marcharan ya que le incomodaba un poco ese tipo de atención.

— agh — se quejó una de la chicas — me duele la barriga — comenzó a retorcerse.

Shoto se levantó de la banca para ayudarla pero justo cuando estuvo lo suficientemente cerca, la chica se levantó y lo abrazó.

— Ya me siento bien adiós — ella justo a sus amigas salieron corriendo, muy contentas porque su plan habia funcionado pero no se fijaron bien y chocaron con Bakugo quien presenció toda la escena.

— no nos fijamos, lo sentimos — se disculparon las tres.

— Esta bien — dijo Bakugo con una sonrisa amistosa que de pronto se conviertio en una malévola — la próxima vez no hagan travesuras ¿entendido? — resaltó lo último como una advertencia.