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Ashley sintió unas manos tocándole sus brazos con suavidad mientras escuchaba como le susurraban al oído cosas lindas y relajantes. No podía distinguir las palabras, pero no podía dejar de mostrar una pequeña sonrisa al saber que las palabras las estaban diciendo Remus. Abrió levemente los ojos y agarro con fuerza la mano que estaba a su costado y se encontró con los ojos de Bill

—¿Cómo te encuentras?—preguntó Severus acercándose a sus mejillas y acariciándolas levemente y con mucho cariño.

—Un poco dolorida—dijo mientras que se agarraba del pecho y se levantaba un poco con ayuda de Bill para apoyarse en el hombro de Remus. Bell beso su frente mientras Severus sus manos.

—Por lo menos estás mejor – dice Sirius parándose – lo lamento

—No tienes que disculparte, lo hiciste sin pensar – dice ella sonriéndole –aún me duele lo que dijiste no puedo alejarme de ti. Uno de mis almas gemelas ya me lastimo y el dolor que sentí fue por él y por...ti

—Lo siento cachorra – beso su mejilla –eres hermosa

—Lo tengo en cuenta – sonríe mientras ve a sus almas gemelas sentarse en su cama rodeándola

—Yo debo de irme brujita, tengo que preparar las clases de este curso. Ashley, cuídate... te quiero. Ante cualquier problema mándale una carta a Dumbledore, el me la hará llegar—dijo Severus besando levemente su frente de nuevo

—Si quiero hablar contigo solo me aparezco y ya—dijo sonriendo mientras que Severus asentía con una ligera sonrisa.

Ashley mostro una sonrisa y vio como Severus desaparecía de sus ojos y se marchaba a Hogwarts. Ashley se apoyó en la cama y mostré una leve sonrisa a sus compañeros que seguían con ella aunque no dejaba de pesar en Klaus, algo malo le habia pasando pero no sabía que era, ella no tenía explicación de por qué le dolido tanto el corazón.

—Creo que es mejor que me levante de la cama – dice mientras se levantaba con la ayuda de Remus quien la sujeta de la cintura y los otros dos se ponen detrás de ellos.

Bill abre la puerta para luego mirar hacia la escalera de la casa de los Black para ver sino habia nadie. Los cuatro salieron de la habitación, Remus comenzó a bajar las escaleras despacio para que Ashley no se lastimara mucho al bajar. Remus la llevo a una gran sala de estar y la dejo sentada en un sofá morada que habia y se quedó hipnotizada mirando hacia el fuego con sus almas gemelas sentados a sus costados.

—No tiene hambre – dijo Ashley rompiendo el momento

—Sí, ¿Quieres que traiga algo? – pregunto Bill parándose

—Se me antoja una pedazo de pastel de calabaza – ella lo mira como niña pequeña causándoles ternura

—Tienes suerte de que mi madre haya preparado pastel de calabaza – término de decir Bill para después salir

—Iré a traerte una manta – Remus se levanta para después salir

—¿Quieres algo más cachorra? – pregunto Sirius

—En esta casa hay libros

—Claro que sí cachorra – besa sus labios sorprendiéndola pero lo sigue con gusto – ahora vuelvo, no te levantes – Ashley lo ve salir para después seguir mirando el fuego.

Ashley estaba mirando le fuego cuando comenzó a escuchar voces, susurro que no dejaban de molestarla, se levantó con dificultad para caminar por el lugar buscando el lugar de donde provenían los susurros. Ella no sabía de donde venía pero la estaba martirizando, dejo de moverse al sentir como tocaban su mano asustándola haciendo que grite.

Destinados al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora