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Ashley estaba impaciente, quería saber la respuesta de su esposo.

—¡No! Nadie dijo eso, Rebekah, ¿Has oído algo sobre una gala? –el híbrido negó mientras miraba a su hermana en busca de ayuda, haciendo que la rubia sacudiera la cabeza

—Gala, ¿Qué gala? ⏤Rebekah preguntó en falsa confusión, siguiendo la burla de su hermano causando que Ashley pusiera los ojos en blanco mientras se sentaba en la silla de Klaus en el estudio.

Poniendo sus pies en el escritorio, Ashley miró entre los dos hermanos con una expresión en blanco

—Puede que esté embarazada, pero eso no significa que sea estúpida –Ashley se alejó de James para cruzarse de brazos y mirar a su esposo con seriedad– Hayley y yo no hemos salido de esta casa en meses. Necesito aire. Necesito soltarme y usar vestidos bonitos antes de que mi cuerpo se expanda para acomodar a los paquetes híbridos. No me queda mucho tiempo antes de que mi cuerpo se hinche hasta el punto de que me confundas con una maldita ballena de playa –se quejó la Lockwood, haciendo un mohín de buena medida mientras miraba entre los dos hermanos Mikaelson con nostalgia.

Klaus puso los ojos en blanco ante los dramas de su alma gemela mientras suspiraba. Él no podía negarle nada ya que sabía cómo se ponía

—Exactamente. Estás embarazada, Ashley. Y los hombres lobo tienen prohibido estar en el Barrio, te matarían tan pronto como te vieran –el híbrido trató de razonar pero la joven loba no estaba de acuerdo.

Estaba cansada de estar en esta casa, y sabía que si pasaba un segundo más en ella sin tener algún tipo de descanso, lentamente comenzaría a descender en la locura. Iba a ir a esa gala, tanto si Klaus lo aprobaba como si no. No necesitaba su aprobación o su confirmación para hacer algo, ella era su propia persona, podía decidir por sí misma.

—Así que Sophie puede ponerme un hechizo de camuflaje. Nadie lo sabrá, sólo pensarán que soy humana –suplicó Ashley mientras hacía un gesto hacia la bruja que seguía sentada en el taburete viendo cómo se peleaban.

Si bien ella podría hacerlo no quería que Sophie se diera cuenta que ella era una bruja al igual que sus almas gemelas, quería mantenerlos seguros a ellos pero ella quería tomarlos por sorpresa, además quería ir a conocer a la tal Davina para ver si tiene el mismo poder.

—Todavía no puedo hacer magia sin que me atrapen y termine muerta. No importa cuán pequeño sea el hechizo, ellos podrán saberlo –Sophie habló con una expresión exasperada mientras miraba entre el híbrido y la Lockwood. Ashley miró a la bruja, sin confiar en ella ni acercarse a ella después de lo que pasó en el cementerio.

—Entonces te sugiero que encuentres una manera de hacerlo sin que te atrapen, porque iré a esa gala tanto si encuentras una manera de encubrirme como si no. Y, visto que nuestras vidas están todavía unidas, estoy segura de que preferirías que no terminara masacrada antes de tener la oportunidad de destruir a Marcel como querías –la castaña sonrió sarcásticamente mientras se daba la vuelta para salir por la puerta seguida de James.

No había forma de que se quedara en la casa esta noche. Le dijo a Klaus que lo ayudaría, pero para hacerlo, necesitaba salir de esta estúpida casa.

—Ahora, si alguien me necesita, estaré buscando por esta casa un vestido de gala que logre ocultar mi estómago hinchado –declaró Ashley, mirando entre las otras tres personas de la habitación con una mirada expectante antes de salir de la habitación cuando se dio cuenta de que ninguna de ellas iba a responder.

Klaus suspiró molesto al ver a su esposa irse junto con James antes de volverse hacia Sophie con una mirada

—Ya escuchaste a mi mujer, encuentra una manera de cubrirla antes de que ambas terminen muertas –el híbrido se quebró antes de salir del estudio, dejando a Rebekah sonriendo a la bruja.

Destinados al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora