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Jimin sujetaba mis caderas y las movía contra su duro miembro aún sobre la tela.

— Mm...Jimin~ — gemí y me sujetaba de la almohada al sentir las embestidas que daba.

— Ah~ lo siento— sentí como soltó mis caderas y se alejo de mi, giré y lo bese.

— Jimin te necesito— susurré en sus labios.

— ______ no quise yo...— Lo interrumpí de nuevo con un beso.

— Por favor necesito sentirte— pedí y sentí como me apego a él.

— Estas segura?— pregunto y asentí mientras metía mi mano por sus bóxers, lo escuche gemir por el contacto de mi mano en su miembro.

— Te gusta? Quieres que pare?— sonreí al ver cómo cerraba los ojos por el movimiento de mi mano.

— Ah~ no sigas o me correre — pidió y saque mi mano de su miembro, intento ponerme encima de él pero lo detuve.

— Quiero que tú estés arriba, quiero que seas tú quien controle tus movimientos — dije y el se posicionó encima mío.

Me quite el blusón quedando solo en bragas ante el, quite su polo y quedó solo en bóxers, antes de que pudiera tocarlo el atacó mi cuello besándome con fuerza, sin evitarlo gemí. Sus manos recorrían mi cuerpo, bajo sus besos por mi clavícula hasta mi abdomen, mis gemidos se hacían cada vez más fuertes, siguió bajando y se detuvo al estar al frente de mi vagina, sentía su respiración en ella y mi excitacion aumentaba, antes de que pudiera atraerlo a mi ataco mi vagina enterrando su rostro en ella, y metiendo su lengua en mi interior.

— Ah!~ Jimin!— gemí al sentir como lamía y succionaba mi interior.

— Lo estoy haciendo bien?— pregunto y asentí, volvió a succionar pero esta vez introdujo un dedo en mi interior.

— Dios Jimin ah~ sigue — pedía en gemidos, mientras introducía otro dedo, Dios como es que este chico sabía hacer eso.

Siguió embistiendo con sus dedos y seguía succionando mi interior, sentía mi orgasmo cerca.

— Jimin!— gemi por última vez y sentía como me corria, el no dudaba en lamer en mi interior.

Se separó de mi interior y continuó dejando besos por mis piernas, sus manos acariciaban mis pechos y los apretaba ligeramente.

— Jimin métela— rogué, necesitaba sentirlo dentro de mi, me miró y se acercó para dejarme un beso en la frente y río, gruñí por su burla.

— Estas tan inquieta?— bromeó y lo mire mal, tomé su miembro y lo apreté sacándole un gemido.

— Jimin necesito que la metas ahora — exigí y el me beso esta vez con más fuerza, separó mis piernas y alineó su miembro en mi entrada, mis fluidos mojaban su erecto pene, gemi al sentir que solo metió la punta, me estaba torturando a propósito y de pronto sentí como lo introducía.

— Ah~ estás tan apretada— gimió al entrar por completo en mi, se quedó quieto un momento para no lastimarme y luego comenzó lento.

— Ah Jimin~ no te detengas— gemía mientras el bajo sus labios a mis senos para lamer y succionar a su antojo.

— Eres perfecta _______— susurró y continuó lamiendo y succionando mi cuello, de seguro me quedaría una marca por la forma brusca en la que succionaba.

— Más— pedí y rodee su cintura con mis piernas haciendo que entre más profundo.

— Más que? — bromeó y soltó un gemido sobre mis labios y eso me calentó más, alce mis caderas en busca de mas contacto.

— Más rápido por favor — chille excitada y el asintió embistiendo más rápido y fuerte, no sabía en que momento había dejado de ser tan tímido en la cama, no se comportaba como la primera vez, ahora parecía tener más conocimiento de su cuerpo junto al mío.

— C-creo que....— susurró con voz ronca y sabía a lo que se refería y al igual que el mi orgasmo estaba cerca.

— Yo también Jimin sigue— continuó aumentando sus movimientos y unas embestidas más fue suficiente para que llegara a ese delicioso orgasmo junto a él.

Me dio un último beso y se dejó caer en mis pechos, lo abracé y acaricié su cabello, nuestras respiraciones seguían agitadas, su miembro seguía dentro de mi pero no me incomodaba, se levantó y salió de mi para limpiarme, me puse las bragas y el sus bóxers después de eso se acostó junto a mi y me rodeó con sus brazos.

— Nena yo no use protección— me miró preocupado.

— Tranquilo, desde nuestra primera noche juntos comencé a inyectarme— dije y el asintió más tranquilo.

— De acuerdo, debí ser más cuidadoso la primera vez— susurro.

— No sabias que estaríamos juntos, no es como si tendrías que llevar un condon a cada lugar que vas — bromeé y el sonrió.

— Lo se aunque Hyung Namjoon dice que siempre debo llevar uno— asentí, conocía a Namjoon y su fama en la escuela, era un maldito precoz, siempre tenía que coger alguna chica de la escuela por lo menos una vez a la semana.

— Jimin como es que sabias que hacer cuando me....— me quede callada ya que me daba vergüenza decirlo y ahora es cuando entendía a Jimin, cuando yo lo decía no me avergonzaba pero ahora si.

— Cuando te di sexo oral?— asentí— Bueno siempre eras tú la que lo hacía y no me parecía justo que tú siempre hicieras todo, así que Nam me ayudó un poco, me mostró videos y me dijo cómo hacerlo, al parecer tuvo éxito porque te gusto— sonrió victorioso.

— Viste porno?— pregunte y el asintió.

— No es como si nunca lo hubiera visto, Nam siempre ponía eso cuando nos reuníamos— soltó sin más.

— Jimin! Donde quedó mi tierno Jimin?— lo mire mal y el río.

— Aquí está aún pero no te gusta el nuevo Jimin?— me pego a él y me dio un pico.

— Si, me encanta — lo abracé, y junté nuestros pechos.

— Bonita no hagas eso — reí al ver sus mejillas sonrojarse de nuevo, ahí estaba de nuevo mi chico tierno.

— No te gustan mis pechos?— susurre sobre sus labios.

— Me encantan y mucho — volvió a besarme esta vez más descaradamente.

Me recostó de nuevo en la cama posicionándose de nuevo encima mío y sabía que esta noche sería muy larga.

Mi chico tiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora