Mi chico tierno

26

Observaba cómo Eunwoo se divertía con aquella chica y también como coqueteaba, Dios mi amigo es tremendo. No podía evitar ver a Jimin sentado en aquel sofá bebiendo y eso que a veces le quitaban los tragos el seguía bebiendo, era mi culpa y me sentía horrible.

No se cuánto tiempo habría pasado pero noté como Jimin se levantó como pudo y salió de la casa, todos su amigos estaban besando a algunas chicas y nadie lo estaba cuidando. Observé a mi amigo un segundo y también se había dado cuenta de eso y me hizo la señal de que fuera. Me levante y salí de la casa, lo vi sentado en el césped de la casa al parecer estaba vomitando.

— Estas bien?— me atreví a preguntar.

— Oh lo siento señorita— se disculpo y se avergonzó, no me había reconocido.

Continuó expulsando el alcohol de su cuerpo y cuando acabó intentó irse pero se tambaleó y lo sostuve. Tenía los ojos entrecerrados y seguía mareado.

— Te llevaré a casa— no se negó así que lo subí al auto y conduje hasta su casa.

Me dio las llaves y cuando entre me di cuenta que no había nadie y fue más fácil subirlo a su habitación. Entro al baño y con un poco de ayuda se cepilló los dientes, al regresar a la habitación quise recostarlo pero caí con el a su cama, yo estaba encima de él y se puso nervioso.

— Señorita tengo novia — susurro tímido y reí por eso.

— Enserio?— pregunte levantándome y sentándome a su costado.

— Si...bueno ella...me termino pero...yo aún pienso que es mi novia aunque ella no me quiera — sus ojos se aguaron y verlo así me dolía.

— Estoy segura que ella te quiere — dije y el negó triste.

— No, ella solo estaba confundida y creyó quererme. Lo siento señorita por molestarla con mis problemas — se acosto dándome la espalda y escuche sus pequeños sollosos.

Le acaricie la espalda tratando de calmarlo pero el seguía triste, me recosté y lo abracé por detrás, se exaltó un poco al sentirme tan cerca y giro a mi, me miró un segundo y me abrazo.

— Huele igual a ella— susurró en mi cuello.

— Soy ______— dije y el levantó su rostro para verme más detenidamente como si analizara mi rostro.

— De verdad eres tú?— pregunto y junté nuestros labios.

— Lo soy Jimin, perdóname — susurré y sentí mis lágrimas mojar sus manos.

— No mi amor no me pidas perdón, estás aquí y aunque siento que es un sueño me alegra sentirte — su voz era un poco apagada.

— Te amo Jimin nunca olvides eso— susurré y me beso la frente, me abrazo de nuevo y seguí con mis lágrimas.

— Te amo hermosa, no me dejes de nuevo— susurró en mi pecho y solo me limite a tocar su cabello.

Poco a poco se fue quedando dormido y yo también.

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Desperté y noté como Jimin aún estaba dormido, tenía el cabello desordenado y sus labios semi abiertos, era muy lindo cuando dormía. Baje a su cocina y prepare algo para su resaca, al terminar subí de nuevo y deje la bandeja en la mesa de su cuarto.

Me senté al costado de él en la cama y lo acaricié, sus suaves mejillas y todo el eran perfectas, mis ojos comenzaron aguarse y sin contenerme más comencé a llorar, escondí mi cabeza en mis piernas para poder llorar en silencio, me dolía no poder hacer nada para estar juntos, era una cobarde por no hablar con él y ser sincera pero esto no era fácil para mi. Sentí unos brazos envolverme y cuando levante mi rostro lo vi, estaba adormilado pero preocupado.

— No fue un sueño estás aquí— dijo y me abrazo más fuerte, lo único que hice fue abrazarlo y llorar más fuerte.

— Te amo Jimin— solté y este me dio un beso en los labios.

— Yo también bonita, perdóname si hice algo malo, soy un tonto y tal vez soy un pésimo novio, intentare ser mejor lo prom...— lo calle con un beso.

— Eres perfecto tal cual eres— dije y el asintió con una sonrisa.

— Vuelve conmigo por favor— pidió y aunque quise decirle que si no podía.

— No puedo Jimin— susurre.

— Por que? Me amas y yo a ti, no veo porque no— me levante y me aleje de su lado dejándolo confundido.

— Estoy sucia Jimin, cuando sepas la verdad solo sentirás asco por mi — mis lágrimas continuaban cayendo.

— No digas eso hermosa, jamás sentiría asco por ti — se levantó de la cama y se acercó.

— Eso dices ahora pero cuando lo sepas no querrás tenerme más— el negó y tomo mis manos.

— Mi amor jamás me alejaría de ti, dime que es lo que pasa— pidió.

Mi corazón me decía que hable y sea sincera pero también tenía miedo de cómo reaccionaría, el me ama lo sé pero no se si su amor sea tan grande como para soportarlo.

— Por favor dime— volvió a pedir.

— Lucas abuso de mi.