PJM💠(Yoonmin)🔷Omegaverse🔷

Capítulo XVIII

Cinco días después....

Caminaba de un lado a otro sin parar mientras miraba la puerta de su habitación y golpeaba la punta de su pie contra el suelo.

¿Acaso no pensaba llegar?

Habían pasado cinco días desde que Jimin y él habían tenido esa terrible discusión en la sala de su casa. Y desde ese momento, el Omega no se había aparecido nuevamente por la Mansión.

Nunca creyó que fuera verdad lo que le había dicho acerca de no volver a molestarlo nunca más y de no aparecer delante de él. Pero al ver que durante esos días, no había vuelto a su casa como siempre lo hacía (a pesar de decirle que se fuera), su lobo comenzó a alterarse.

¡Mierda! ¡No podía creer que enserio se hubiera tomado las cosas demasiado personal!

En aquella ocasión se encontraba alterado y lleno de rabia por no saber qué hacer en el momento que Jimin empezó a besarlo, pero realmente lo que sentía por él no era odio, sino más bien otro tipo de sentimiento. Sentimiento el cual, aún no podía descubrir.

—¡Maldición! Ni siquiera contesta el teléfono —dijo Yoongi lleno de rabia y enojo al ver que el Omega no le contestaba ninguno de sus mensajes.

Lo había llamado en innumerables ocasiones, diciéndole que tenían que terminar el trabajo de la galería de arte, pero el menor ni quiera se molestaba en contestarle o responder sus llamadas.

Se podía decir, que simplemente lo ignoraba.

Yoongi estaba a punto de llamarle por décima vez al castaño, cuando de repente la puerta de la Mansión comenzó a sonar, haciendo que inmediatamente fuera corriendo hasta ella para poder abrirla.

—¡Jimin! — Exclamó Yoongi ansioso en cuanto abrió la puerta y se dió cuenta de que no era el menor quién estaba ahí, sino sus amigos SeokJin y Namjoon.

Ambos Alfas lo miraron extrañados al escucharlo maldecir en voz baja y retirarse de la puerta para dejarlos pasar.

— ¿Qué sucede, Yoon? ¿Está todo bien?—preguntó el moreno una vez que ingresó a la sala junto a su novio—. Te vez alterado.

—Es cierto —afirmó el Alfa rubio —. Incluso hace unos momentos estabas tan animado y sonriente, hasta que nos viste llegar —comentó —; ¿Acaso estabas esperando a alguien más?

—No —respondió Yoongi rápidamente, tratando de que sus amigos no se dieran cuenta de su decepción al verlos a ellos en lugar de al mocoso —. Por supuesto que no. ¿A quién esperaría a estás alturas de la noche?

—No lo sé —dijo SeokJin intrigado —. Tal vez estás esperando a que cierta personita de 1.74 metros, cabello castaño, dientes con braquets y lentes de nerd, venga a visitarte.

—¡Por supuesto que no! —Exclamó Yoongi molesto —¡¿Por qué querría que Jimin viniera a mi casa a estas horas de la noche cuando ni siquiera somos amigos?! 

El pálido se quedó en completo silencio cuando se dió cuenta de que la había cagado y que se había expuesto delante de sus dos amigos. Por lo que inevitablemente se sonrojó cuando éstos comenzaron a reír.

— En otros momentos, nosotros te diríamos que luces muy gracioso con esa expresión en tu rostro y nos burlaríamos de ti —comentó el moreno nostálgico —, pero lamentablemente venimos para decirte algo muy desagradable.

—¿De qué hablas, Namjoon? —preguntó el mayor sin entender— ¿Qué sucedió?

—Jimin se irá del país, Yoongi — respondió SeokJin a su amigo—. Y quién sabe cuándo regrese. O sí es que lo hará algún día.

El pálido se quedó totalmente paralizado cuando escuchó aquello.

No podía creer que el menor se fuera del país y no le hubiera contado nada. Sin embargo, sabía que por todo lo que había sucedido entre ellos dos la última vez que se vieron, Jimin lo único que quería era no volver a verlo jamás.

Lamentaba mucho el hecho de  haberlo lastimado y herido a tal punto de hacerlo llorar. Y por esa razón pensaba que era mejor que las cosas sucedieran así.

—¿Y? —preguntó el pelinegro sin más, tratando de parecer desinteresado —¿Qué tiene que ver eso conmigo?

—¿Cómo que qué tiene que ver, Yoongi? —cuestionó el rubio indignado —; Tú sabes perfectamente lo que Jimin siente por tí y tú solamente te la vives rechazandolo todo el tiempo— recordó—. Por eso es que justo ahora está a punto de irse y tú no haces nada para impedirlo.

—¡¿Y qué quieres que haga?!— Exclamó Yoongi frustrado— ¡¿Qué salga corriendo a buscarlo y que le diga que también lo amo?! —preguntó —. ¡Pues no lo haré! ¡Eso es algo que jamás haría!— confesó—. Así que sí se quiere ir... que se vaya. Será mejor para los dos.

— ¿Aún sí se va con Hoseok? —preguntó el moreno con una ceja alzada, viendo como la mirada del contrario titubeaba por un instante.

—A mi no me importa con quién se vaya  — respondió el pálido después de unos segundos con los puños apretados. Ya que realmente le molestaba mucho el hecho de que Hoseok se fuera con el Omega—. Es más, por mí se pueden casar si es preciso; No me interesa ni un poco.

—Pues deberías tener mucho cuidado con lo que deseas, Yoongi — le aconsejo Seok Jin—, por que los deseos se cumplen y tú puedes lamentarlo mucho después.

— ¡Ash! ¿Saben qué? No quiero escuchar nada más de ustedes dos—dijo el pálido irritado —. Me voy a mi habitación, así que no me molesten.

Tras decir aquello, Yoongi se dirigió escaleras arriba rumbo a su habitación.
Y una vez al llegar allí, comenzó a tirar todo lo que estaba a su alrededor.

¡Mierda! ¿Por qué las cosas tenían que  terminar así?

Él no quería que Jimin se fuera, pero tampoco quería aceptar que lo necesitaba. Era como si algo muy dentro de él, no le permitiera demostrar lo que realmente sentía.

Y eso lo frustraba mucho.

—Es mejor que se vaya con ese idiota — dijo él para sus adentros—. Porque yo no voy a extrañarlo ni un poco— trató de disimular el dolor que empezaba a sentir  en su pecho—. Ni un poco.

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Continuará........