CAPITULO 13

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El capítulo fue revisado una sola vez antes de publicarse, si ven algún error no duden en avisarme.

Graciass
Ya pueden disfrutar de la lectura;)

Cuando llegue al árbol, me di cuenta de que Enzo todavía no llegaba, me que de esperándolo unos minutos.
Hasta que vi algo por el rabillo del ojo, entonces me di vuelta para verlo a él.
Estaba lastimado
Tenia un golpe ligeramente violeta en su ojo izquierdo, un poco de sangre en el labio y sus puños estaban peor que su cara, tenía los nudillos sangrando y sacudía su mano derecha constantemente, Le dolía.
Y solo llegaron dos preguntas a mi cabeza las cuales mis labios dejaron escapar antes de darme cuanta de que el ya había llegado a donde yo estaba y solo me miraba fijamente.

-Pero.. ¿Que paso?¿Estas bien?

-Hola a vos también Em ¿Cómo estas?-Solto sarcástico

-¿Qué como estoy?¿Es un chiste? Nose si sabías pero no soy yo la que tiene toda la cara hecha mierda y ni hablar de la mano.

-Okey okey, ya entendí

-¿Ahora me vas a decir que paso?

-Esta bien-Solto de mala gana mientras ponía los ojos en blanco descaradamente

-Había un grupo de chicos hablando mal de mi y de...

-¿De..?-Digo invitándolo a continuar

-De..de..mjm..De mi hermano-Solto atropelladamente aquel chico lastimado

Esto tiene que ser un chiste

¿Nos esta mintiendo en la cara?

Esto no puede ser verdad

Pero lo es mi querida amiga

El nunca me había mentido antes, ¿porque lo haría ahora?, bueno se ve que lo tendré que averiguar yo misma.

-Okey vamos a hacer esto, vas a venir conmigo adentro y vas a ir a mi cuarto mientras yo busco un botiquín, pero-

-¿Pero que?- Dijo Enzo interrumpiendome y mirándome confundido

-Pero me tenes que hacer un favor a cambio

-¿Qué clase de favor?

-Uno que no te puedo decir ahora, solo.. prometemelo.

-Esta bien, te lo prometo-Dijo este mientras levantaba sus brazos en señal de rendición y con una sonrisa divertida en sus labios lastimados.

Después de eso nos dirigimos adentro, mientras el iba a mi cuarto yo estaba buscando un botiquín, y cuando al fin lo encontré fui directo a ver cómo estaba Enzo.

Cuando llegue al cuarto me di cuenta de que Sophia no estaba ahí pero, el estaba sentado en mi cama mientras miraba unas fotos mías que estaban sobre el escritorio.

Carraspe para tener su atención y le mostré el botiquín.

Cuando empecé a curarle las manos, me di cuenta de que no era la primera vez que se peleaba con alguien, porque sus manos tenían cicatrices en los nudillos, pero no de hoy, sino de veces anteriores.

La verdadera cara de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora