La verdadera cara de la vida

CAPITULO 17

MARATON
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Después de lo que había pasado en el árbol ayer al atardecer no podía dejar de pensar en Enzo, no sabía lo importante que podía llegar a ser una persona para voz hasta que conocí a Sophi, Luca y obviamente a Enzo. 
Es impresionante como una persona puede aparecer en tu vida y de un día para el otro tomar un rol fundamental en tu vida. Así había pasado con este grupo de amigos, se volvieron muy importantes para mí en poco tiempo.
 
—¡Emma! Holaaa ¿Estás ahí? 

Estaba tan metida en mis pensamientos durante el desayuno que no le podía prestar atención a la pobre Sophi.
 
—¿Eh? Ah si si
 
—Emma, ¿Estás bien? Estas muy distraída desde anoche, cuando llegaste al cuarto te llevaste puesta la puerta del baño cuando te estabas yendo a bañar.
 
—Si, tranquila mama estoy bien.
 
—Emma, no me digas mama solo cuido de vos, me preocupas.
 
—Bueno... Mama.
 
—Okey ¿sabes que? Me canse, si me vas a decir mama voy a actuar como una.
 
—¿Eh?
 
—Emma Dawson, ¿donde te metiste ayer a la tarde? Y quiero saber con quién estabas y que te dieron para que estés así- Me reclama Sophia intentando sonar como una madre preocupa por su pobre e inocente hija.
 
Después de eso yo ya no aguanto más y me echo a reír con todas mis fuerzas.
A lo que ella se ríe conmigo, cuando por fin nos calmamos un poco yo le respondo.
 
—Ayer a la tarde estaba con un amigo y comimos comida de la cocina.
 
—¿Qué amigo?-Pregunta Sophia entrecerrando los ojos 
 
—Te dejo con la duda, me tengo que ir-Le informó mientras me paro de la mesa para dirigirme a la puerta del comedor, pero una mano me detiene antes de que empieza a caminar y me sienta nuevamente en mi lugar.
 
—Ahh no no no y no, eso no va a pasar ¿Cómo me vas a dejar con la duda a mi? A tu amiga de toda la vida- Dramatiza Sophia mientras lleva una de sus manos a su frente.
 
Justo cuando estaba por responderle puedo sentir como alguien se sienta al lado mío, y cuando me giro para verlo me doy cuenta de que son Enzo y su hermano.
 
—Hola- Saludan los hermanos al unísono.
 
—Hola Emma-Suelta Enzo apenas me ve
 
—Hola Enzo, Luca. ¿Cómo están? 
 
—Yo muy bien gracias, el que está raro es este-Suelta Luca mientras apunta a su hermano 
 
—¿Por qué? ¿Qué le pasa?-Pregunta Sophia 
 
—Esta más distraído de lo normal, por así decirlo-Informa Luca 
 
—¿Ayer a la tarde salió?-Pregunta Sophia 
 
Y yo ya sabía que Sophia estaba cavando mi propia tumba, ya que mientras esperaba una respuesta por parte de Luca, me miraba con una mirada que decía Ya te descubrí Emma a kilómetros y una sonrisa de oreja a oreja.
 
—Perdón chicos, pero me tengo que ir-Dice Enzo salvándome de Sophi la detective.
 
—Si yo también, nos vemos después.- Después de decir eso me levante de mi lugar y me apresuré a salir antes de que Sophi decida levantarse de su lugar y sentarme de nuevo en la mesa.
 
Una ves fuera del comedor, me encuentro con Enzo en la puerta que me mira con una sonrisa picarona.
 
—Nos salvamos del interrogatorio por el momento
 
—Si, tuvimos mucha suerte-Digo dando un suspiro
 
—No es por nada, pero más que suerte fui Yo y creo que me merezco una recompensa.
 
—¿Y cuál es la gran recompensa que quiere mi héroe?-Pregunto con un tono sarcástico
 
—Un beso 
 
—¿Es en se- Y no pude terminar de hablar ya que Enzo decidió tomar el control de todo por unos segundos.
 
Yo podía sentir como su lengua tomaba el control de toda mi boca y Rozaba mis labios, así como también los mordía, después de eso él se separa un poco mientras nuestras respiraciones chocan suavemente una contra la otra.
 
—¿Feliz?-Preguntó ironizando con una sonrisa en mi cara sin poder evitarlo
 
—Muy-Me dice para luego darme un beso más corto que el anterior.
 
—Sabes, nunca te pregunte qué hacías en mi cuarto el otro día-Le confieso mientras espero una respuesta 
 
—La verdad te había ido a buscar para verte y aclararte todo lo de la pelea, pero se ve que te confesé más de lo que debía ¿No?
 
—Aja y la verdad es que estoy muy feliz de que lo hayas hecho.
 
—Yo también
 
Dice para luego tomar mi mano y dirigirnos a la biblioteca, estuvimos un rato ahí hasta que se hizo tarde y yo me quedé dormida sobre el hombro de Enzo y recuerdo vagamente cuando él me tomo en brazos para llevarme a mi cuarto y dejarme sobre mi cama.