Parte VI: Ahora creo en el destino

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Hola chicos, aquí les traigo un capitulo de esta hermosísima historia, espero les guste. Gracias por leer 3 lo quiero bais

Ahora creo en el destino

Sonaron las buenas campanas de la gran ciudad, indicando que el sol había llegado de entre las montañas. Una felina saltó de su cama al escucharlas, trotando aún con su pijama puesta, se miraba sus patillas, luego las peina frente al espejo la lince. Al quitarse su pijama se puso su chaleco púrpura unos pantalones...

-Ups... -olvidó su ropa interior. Tras ponérsela, siguió trotando con una ancha sonrisa, abriendo la puerta de su habitación, salió y se dirigió a la del fondo, aún trotando - ¡Viiiiiiiiboraaaaaa! -gritó. Ella se cubrió con una almohada.

-Detesto las costumbres de este país... -dijo refiriéndose a su posición. Víbora era la dama de compañía de Eslí, esta se encargaba entre varias cosas, de alistar a su superior, levantarla temprano, bañarla, verificar que su comida esté en buen estado, cargar con sus deseos... - ¡Ya voy!... -gritó, con fastidio. Ahora sabemos que su papel, no era el impuesto inicialmente. Ella sale.

-Tenemos cosas que hacer, Viborita - dijo alegre aún trotando.

-Emm... deja de hacer eso, Eslí -refiriéndose al trote.

-estoy emocionada.

-Eso puedo verlo -dijo cansada, para luego bostezar -No podemos salir del palacio hoy, vienen de una misión...

-Hoy iremos al salón de belleza. Ya que nuestra sesión de maquillaje de anoche no salió muy bien -Víbora extiende su cola, y limpia algo de pintura facial de su mejilla.

-Ah... si, pasemos a saludar a los maestros antes de irnos, desayunemos y luego iremos donde quieras.

Eslí señala afuera de los dormitorios, para salir. Fuero a la cocina, donde estaba Shifu tomando un té mientras hablaban cálidamente con las cabras cocineras. Por supuesto la lince que quedó un rato para hacerlo también, luego salió pasando por el patio de entrenamiento principal, donde estaba Tai Lung meditando.

-Nos vamos hermanito. -dijo saludando.

-¿A dónde iras tan temprano?, el restaurante abre al anochecer. -Dijo abriendo los ojos.

-¡¿Ah?! -Exclamó, como si fuera obvio. -iremos a un salón de belleza, comprar algo de ropa. Anochecer-noche, noche-vestido de noche -dijo explicando con las manos -además... hoy veré a ese amigo a distancia, debo verme mejor -se señaló.

-Te ves bien, eres una maestra de Kung Fu, tu porte y presencia como tal es suficiente -dijo con calma. -sólo date un baño, apestas -dijo sonriendo el leopardo. Eso hizo sonrojar a la felina.

-¿Por qué no me dijiste que apesto, Víbora? -esta la olfatea igual - ah... tu también.

-ja ja... -alcanzó a vociferar la reptil, al recordar que tuvo mucho contacto con ella anoche en su sesión de maquillaje improvisado.

-¡A los baños de la ciudad! -esta la toma y la carga.

-Pero si el palacio tiene bañooooos... -se escuchó a lo lejos, siendo llevada.

.

Con Po y Tigresa...

Por supuesto la campana, no fue suficiente para despertarlos, hasta que un gong sonó. Ambos despertaron exaltados. Po se talló los ojos, para ver borroso cierta parte de su felina acompañante, que estaba descubierta, seguramente por el susto del gong, su pecho. El panda fingió no ver nada, y se levantó del suelo para caminar hacia afuera, sin antes...

¿Hermandad, Amistad ó Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora