Parte X: Depende

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¿Cómo están gente?, El capítulo de hoy es 'especial' es el número 10 de la historia 00), pueda que llegue a ser... denso para alguno. Espero lo disfruten, porque este es el breakpoint



Depende

La gran campana sonó tan fuerte en el centro de la gran ciudad de Disay, que hizo abrir a muchos establecimientos del lugar, su estruendo llegó a forma de un simple... eco a los oídos de estos dos. Por un lado, el panda, que, por la costumbre de estar siempre temprano alerta debido al restaurante, se levanta, sacudiendo su cabeza y palmeando sus mejillas; debía levantarse. Tomó sus pantalones y se los puso.

Del otro lado en su, ahora, propia habitación... Tigresa. El eco de la campana, apenas le hacía ruido al oído, la oía como el cantar de un ave, relajante, sereno, solo esbozó una sonrisa... sin abrir los ojos. Respira hondo, y se da la vuelta, acomodándose más...

—¡Tigresa! — Po abre en par las puertas, naturalmente hizo sobresaltar a la felina en la cama, cubriendo su pecho con la sábana, la costumbre le había hecho acreedora de dormir sin un top encima, más allá de sus peculiares vendas sostén.

—¡Po!, ¡¿Qué te pasa!? — dijo frotando sus ojos, por el sueño, regañando, da un bostezo.

—Es hora de trabajar — dijo puntual como siempre, estando por cerrar las puertas, ella lo llama, aún con la mano en su rostro.

—Po...

—Si, dime

— Habíamos quedado en no abrir los fines de semana. — lo mira apenas — Abrimos temprano los días de semana y terminamos a horas tardes, hay que dejar que descansen todos — sigue explicando extendiendo su mano, en formas de 'piedad'. Po entra apresurándose y le toma la mano con ambas, le sonríe dentalmente a sus anchas.

—Lo sé, lo sé. Pero anoche le dije a Víbora que debe llevarle un recado a Eslí. Necesito tu ayuda — puso su cara de rogar. Tigresa lo ve, sacudiendo su cabeza por el sueño.

—Creo... creo que sería más 'especial' si lo haces de tú a tú... ¿me entiendes? — la noche anterior le había dado vueltas al asunto, y se encapsuló en la idea de no intervenir.

—Tigresa, no voy a cocinar sin tí, debe ser la mejor sopa, una sopa de lodo y hojas — eso último hizo pensar a la felina.

Una sopa de lodo y hojas eran de las cosas que solían hacer juntos, cuando alguno de ellos no se sentía bien de ánimos. Sobre todo, porque terminaban sucios, y les gustaba dar problemas a sus nanas; todo ello en aquel orfanato. Aprieta su mano.

—Bueno, pero tendré que ir a buscar lodo. Todo este lugar está hecho de piedra — dijo divertida la felina.

—Oye... no lodo de verdad, me refiero a... — no terminó, pues la felina lo tomó del pico para callarlo, con una sonrisa.

—Sal chico... a menos que quieras ver lo que hay bajo la sábana — le vuelve a regalar una sonrisa, Po rueda los ojos y se pone de pie.

—Te espero en la cocina — antes de salir se asoma — Y Gracias, estoy seguro, que tal vez... quizá, no sé, es probable... que algún día se vayan a caer bien entre ustedes. — le sonríe y se va. Tigresa exhala.

—No me echó ni un solo vistazo. ¿Que estoy haciendo mal? — se tumba en la cama a brazos extendidos, Esbozando una leve sonrisa, viendo al techo y la luz iluminar el cuarto — ¿Llevarme bien con ella?, Si no nos podemos ni ver. Eres demasiado territorial Tigresa — dijo en voz baja, seguido volteó a ver el pasador de la puerta de la habitación; estaba roto y regresaron los recuerdos de lo que intentó hacer ese día. Por vergüenza propia se tapó la cara — que idiotez hice... ¿Enserio intenté besarlo?, Maldición — se levanta rápido, acomodó sus vendas, puso una muda nueva, cepilló su pelo y se vio al espejo — deja de hacer estupideces... o todo podría salir mal... — frente al espejo, recordó una de las conversaciones que llegó a tener con el Maestro Oogway, sobre aquella pregunta una vez hecha — vamos...

¿Hermandad, Amistad ó Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora