El Príncipe de la Mafia (#3 P.M)

CAPÍTULO 8

CAPITULO EDITADO

Aracely

Una hora más tarde...

Me despierto por la molesta luz que viene directo a mis ojos, poco a poco trato de abrirlos para poder acostumbrarme a ellos. Observo la parte de atrás, mis hermanos siguen dormidos, suspiro y al sentir que tengo mucha hambre, bajo del auto, voy a la parte de atrás, abro el maletero y busco el bolso de desayuno que nos preparó Orson, voy de nuevo en mi lugar y abro el bolso, observo que hay lleno de comida chatarra.

Te castraré, Orson. El sabe bien que los niños se ponen hiperactivos por estas cosas.

Horas más tarde ...

Después de tres horas, más buscando las indicaciones de la casa de León Romanov, al final del día pudimos encontrar, dos mujeres muy simpáticas y buenas nos han atendido, las dos hicieron algo para mis hermanos y los hijos de ellas. El silencio entre nosotras era agradable hasta que una de ellas habla.

— Dime ¿Cómo conociste a León y Mijaíl? — pregunta con curiosidad Nicole mientras trae algo para comer.

— Yo no conozco a ellos, solo conozco a Alejo, estuvo por unas semanas en mi pueblo — explico con nervios. No quiero que ellas sepan que conozco a Donald. Ellas se miran entre ellas y muy serias.

— Esos hijos de su padre, no nos cuentan nada — gruñe Nicole enojada.

Escuchamos la puerta principal abrirse, observamos que los tres hombres; Mijaíl, León y Alejo pasan por la sala donde estamos, las dos señoras aclaran la garganta y dos de ellos se ponen pálidos.

— Me pueden explicar porque no nos contaron que Alejo estuvo fuera de la ciudad "fugitivo" — dice calmada Ana con los brazos cruzados. Siento la mirada del hombre que estuvo en mi ciudad, siento que me escanea de arriba hasta abajo.

—¿Qué haces aquí? ¿Pasó algo? —cuestiona mientras se acerca a mí, trato de hablar, pero las palabras no me salen, suspiro y me armo de valor.

— Estamos en problemas. Henry, el hombre que estaba contigo conocía a mi ex novio, Donald — confieso mientras miro hacia otro lado.

—¿Qué? — pregunta sin entender nada.

— Mis hermanos y yo estamos en problemas porque nos enteramos de algunas cosas por parte de Donald, creo que Henry le ha hecho algo, tengo miedo de que su gente nos esté buscando — explico. Hago un silencio y suspiro de nuevo.

Se valiente, Aracely.

— Mi amigo Orson dio la dirección de la casa de León Romanov — explico luego hago de nuevo silencio porque me pone nerviosa las miradas que están en mí.

— ¿Cómo es que conoces a...? — Mijaíl interrumpe las palabras de Alejo.

— Déjala contar todo — le regaña y asiente con la cabeza.

— Como decía antes. Si nosotros nos quedábamos en ese lugar, como dije antes, la gente de mi ex novio vendría por nosotros igual que las personas del hombre que estaba junto a ti — declaro nerviosa, maldice por lo bajo, mira a las dos mujeres quienes están enojadas.

—¿Involucraste a una tipa inocente en esto, Alejo? — dice enfurecida Nicole, él se queda callado, sin decir nada.

—¿Tus hermanos? — interroga cambiando de tema al instante.

— Con los hijos de Nicole y Ana. Están jugando — respondo, asiente callado mientras me observa.

— Alejo Romanov, no cambies de tema — dicen las dos mujeres al mismo tiempo.

Alejo

El arresto y la escapada fue fácil para nosotros, algunos oficiales eran hombres de mis hermanos, eso hizo más fácil nuestra fuga.

Por otro lado, no puedo explicar todas las emociones al encontrarme con Aracely en mi casa, se nota que está preocupada por su familia y yo también lo estaría, pero ahora lo que me preocupa es que como conoce a Orson.

Después de los regaños de las esposas de mis hermanos, me aproximo a ella, la miro fijamente y suspiro.

— Hablaremos en la oficina ¿De acuerdo? — murmuro con un tono y asiente varias veces. Nos encaminamos hasta el despacho de mi hermano, siento que todos nos persiguen, paro en seco.

— Esto es, entre Aracely y yo, salgan — ordeno y ellos se quejas, ruedo los ojos.

Son unos chismosos.

Cierro la puerta con llave para que nadie me pueda entrar.

— Ahora, me dirás todo lo que pasó — digo con un tono serio cuando acaba de relatarme todo, enfurecido agarro mi arma de fuego.

— ¿Qué harás? — cuestiona preocupada y horrorizada.

— Nadie se mete con el príncipe de la mafia y menos le traiciona, Henry es hombre muerto desde que piso esta casa — gruño enfurecido antes de salir por la puerta, observo por encima de mi hombro a la mujer asustada. Ella trata de decir algo, pero me adelanto.

— Te quedaras aquí mientras tanto con tus hermanos, te daré protección solamente porque conoces esta parte de mis negocios y los pequeños me agradan — comento sin esperar respuesta de ella. Abro la puerta.

Mis hermanos ven mi rostro, se quedan estáticos, me persiguen hasta llegar en la entrada principal, observo que Henry está afuera, apunto su cabeza y sin pensar dos veces disparo.

— ¿Qué carajos fue eso, Alejo? — pregunta Mijaíl.

— Me estuvo traicionando todo este tiempo. Nadie me traiciona — es lo único que digo antes de caminar hasta la puerta principal.

— ¿Dónde vas? — cuestiona de nuevo Mijaíl

— Haré una visita, un rato. Es hora de empezar a tener un poco de acción aquí — hablo.

— ¿Qué harás? — interroga León

Haré una visita a nuestro padre. Se que tiene algo que ver con todo esto — hablo con una sonrisa macabra

Esta vez haré las cosas a mi manera, conocerán al verdadero príncipe de la mafia.