CAPÍTULO 9

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CAPITULO EDITADO

Alejo

Mis hermanos se empeñan en hacerme entrar en razón, ellos son más pacíficos desde que tienen a sus esposas. Ellos dos no entienden por los problemas que estoy pasando, no dejo de pensar de todo lo que está pasando;

Primero, mi padre involucre y haga que mi mano derecha me traicione. Segundo, Aracely este en la casa de mi hermano con sus hermanos por culpa mía. Tercero, Maté a Henry. Por último, Planeando la manera en enfrentarme al hombre que tanto daño nos hizo a mí y mis hermanos.

— Tienes que razonar, Alejo. No puedes ir a esa casa — súplica León, pero nada me iba a detener.

— Es hora de que el pague por todo. Ese hombre no es nuestro padre — gruño enojado. El suspira y asiente con la cabeza, se queda en silencio por unos segundos.

— Yo era así como tú, quería venganza hasta que conocí a Ana ¿Sabes? — dice me hizo recordar y ruedo los ojos.

— Yo no soy como ustedes, León, por algo me llaman el príncipe de la Mafia, por algo me están buscando. No me sigan, no se preocupen por mí, estaré pronto con ustedes — hablo y asiente con la cabeza.

— Estaremos esperándote alguien tiene que estar aquí por las dudas — responde y cierra la puerta del auto para que me pueda ir y no mirar atrás a mi hermano.

Una hora más tarde...

Estoy frente a la casa donde fue mi hogar de pequeño, dónde de adolescente había cambiado mi vida. Suspiro y me armo de valor para salir del auto cuando lo hago me encuentro con la mano derecha de mi padre.

— Le estábamos esperando, Joven Alejo — dice con una sonrisa forzada.

— No hace falta mentir, Iván. No me quieres aquí — hablo con un tono serio, se queda callado y hace una seña para que le siga.

— Su padre está enfermo — comenta con un tono bajo

— Merece estarlo — menciono con un tono frío, al llegar a la habitación de mi padre, tocamos la puerta y nadie contestaba, abrimos despacio, pude comprobar que el rey de la mafia estaba postrado en la cama con los ojos cerrados, se notaba que tenía una tez muy pálida y vi que estaba conectado llenos de máquinas.

Esto no me esperaba.

— Hola hijo — habla con un tono débil al darse cuenta de que me acerqué a él, ruedo los ojos.

— ¿Ahora te dignas a llamarme hijo? ¿Después de todo lo que nos hiciste a mí y mis hermanos? — interrogo con una gran furia en mi interior.

— Era un hombre que no sabía lo que hacía — dice mientras tose.

Excusas.

— ¿Y ahora que estás enfermo? Eso haces para llamar nuestra atención "papá" — comento mientras camino hasta el lado vacío de la cama, él se da cuenta de lo que haré, y se acomoda bien.

— ¿Por esto mandaste a todos tus socios? ¿Por esto todo el puto mundo me traicionó? — interrogo y niega varias veces con la cabeza.

— Yo no hice nada — se justifica y ruedo los ojos porque no les creo eso.

— No te creo, así que, al grano — suelto enojado.

— En el pasado hice cosas horribles. Iré al grano de una buena vez, tienen tres hermanos pequeños, la madre de ellos fue asesinada hace años por un enemigo muy poderoso, ahora tus hermanos están desaparecidos, necesito, te suplico que los encuentres con tus hermanos — súplica.

— ¿Porque hacerte ese favor? ¿Porque nunca supimos nada de ellos? ¿Porque creerte que son mis hermanos, como se llaman? — interrogo no muy convencido del argumento de mi papá, el suspira y cierra los ojos.

— No tengo pruebas para mostrarte, trato de remendar mis errores de padre con ellos, trato de dar lo mejor de mí con ellos — aclara y suspiro.

— No soy un hijo de puta con unos niños, pero si contigo cuando encuentre a mis hermanos les alejaré de ti, tendré la custodia de ellos — afirmo con un tono serio y frío mientras me levanto la cama, salgo de la pieza mientras ignoro su llamado.

Tiene suerte el puto viejo de estar en cama o ya estaría muerto.

No dejaré que mis hermanastros tengan la misma infancia que nosotros, no dejaré que mi padre les utilice para su conveniencia.

El Príncipe de la Mafia (#3 P.M)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora