CAPITULO EDITADO
Alejo
Una semana más tarde...
Había pasado una semana desde que la muerte de Orson, desde que se fueron Valentino y sus sobrinos. No hay ninguna amenaza para nuestra suerte, aunque siempre hay que estar en alerta por cualquier cosa rara.
Por otro lado, desde que nos besamos con Aracely nos hemos estando evitando los dos. Yo por cuestiones de trabajo y ella para atenderle a sus hermanos quienes están pasando el duelo de una manera muy diferente.
En otro caso, Decidí que es tiempo de encontrar un hogar para mí y si Aracely quiere ir conmigo es bienvenida.
Mi imperio está resurgiendo de nuevo. El príncipe ha vuelto a la ciudad y todos lo saben, los aliados de mi padre, no han hablado de lealtad hacia mí, pero sus hijos, si lo hicieron, eso no es suficiente para mí.
— ¿Qué te pasa hoy, hermano? — pregunta León.
— Solo estoy pensando — hablo.
— ¿En qué? — cuestiona interesado.
— He estado viendo casas — confieso, siento su mirada de asombro.
— ¿Por qué estás viendo casas? — interroga con curiosidad.
— Creo que necesito hacer ese gran paso, nunca en mi vida he estado y he aprendido que no estoy solo — digo con tranquilidad. Escucho pasos que viene hacía nosotros, me voy media vuelta y observo a la mujer que quiero en mi vida.
— ¿Querías hablarme de algo? — pregunta confundida y asiento.
— Múdate conmigo — suelto con nervios.
Espero que diga que sí.
— ¿Que? — es la única pregunta que hace.
— Se que es muy apresurado todo, Ara, pero creo que ambos e incluso tus hermanos merecemos comenzar de cero nuestra vida, tengo mis negocios, mi nueva empresa que está prosperando y puedo darles una mejor vida — proclamo, me aproximo más a ella trata de hablar, pero me adelanto.
— Quiero que vivan conmigo porque me encanta tu compañía, que seas mi novia porque quiero una vida más adelante contigo. Tus hermanos tendrán un futuro, irán a la escuela, trabajaran igual que tú — menciono y ella tapa su boca, las lágrimas aparecen enseguida le seco.
— Mis hermanos están mal emocionalmente igual que yo, Alejo, no sé qué hacer, no quiero que Rodrigo y Gastón se sientan presionados — expresa con una voz entrecortada.
¿Qué debo decirle ahora? Nunca he consolado a ninguna mujer.
— Tu padre querías que fueras feliz, te daré tiempo y espacio para que puedas pensar bien las cosas ¿De acuerdo? — trato de consolarla, pero me quedo callado al darme cuenta de que no está funcionando nada.
— No insistiré para que te mudes conmigo, habla con tus hermanos luego me dices que decidieron los tres — expreso con un tono suave y asiente varias veces, ella se acerca a mi rostro, besa mi mejilla.
— Gracias por comprender, Alejo, gracias por todo lo que estás haciendo por nosotros — me agradece y se da la vuelta para ir junto a sus hermanos.
Yo por ti haría cualquier cosa, pequeña. Ella definitivamente será mía.
Escucho que alguien aclara su garganta y me doy la vuelta, observo a Mijaíl con mi sobrina.
— Estás colado por ella — dice riendo mi hermano mayor.
— Lo estoy — admito de una vez por todas y sonríe.
— Bienvenido al club de los enamorados ¿Que harás si ella no quiere mudarse contigo? — pregunta.
— No tengo idea, pero el secuestro está en mi mente y creo que sus hermanos me ayudarían — hablo pensativo, el hace una mueca por mi comentario.
— ¿Por qué crees que ellos te ayudarían? — cuestiona confundido.
— ¿Quién crees que me dio la idea de la casa? — pregunto, levanto mis cejas y Mijaíl abre su boca para hablar, pero luego niega haciendo una mueca de diversión.
Mis cuñados son los mejores.
— Hace una semana, los niños me preguntaron si podíamos vivir los cuatros juntos, ellos estaban mal por su padre y acepté, pero les dije que tendría que hablar con su hermana mayor — explico.
— ¿Por qué no contarle eso a Aracely? — cuestiona.
— Porque ellos tienen que decir a su hermana lo que quieren, no puedo hablar por ellos — contesto haciéndolo pensar por unos segundos luego asiente con la cabeza.
— Tienes razón en algo. Me voy tengo que bañar a la bestia — es lo único que dice y se va.
Horas más tarde....
Es hora de la cena, Aracely no ha aparecido por los pasillos de la casa, tampoco ninguno de sus hermanos ¿Que habrá pasado? Me encamino hasta la habitación de los niños, al llegar toco la puerta y abre su hermana.
— Ellos están dormidos — informa.
— Es hora de la cena — murmuro y ella asiente varias veces.
— Ya tengo una respuesta a lo que me propusiste — habla cambiando de tema y asiento emocionado, ella se da la vuelta para mirar a sus hermanos y suspira, luego pone su vista en mí.
— Nos mudaremos contigo, quiero un futuro para mis hermanos y para mí, he estado toda mi vida siendo papá y mamá de ellos, Alejo, no he podido darles una buena educación y creo que estando contigo de alguna forma creo que voy a poder lograrlo. Y de alguna forma también quiero pasar el resto de mis días contigo — dice con una sonrisa en el rostro.
— Me alegra que hayas aceptado o tendría que haberte secuestrado para que vivas conmigo — confieso sin ningún filtro.
Se sonroja al ver que me estoy acercando a ella, sin pensarlo, juntos nuestros labios y nos besamos lentamente, pero se va intensificando cuando nos separamos, ella sigue sonrojada.
— Vamos a comer — es lo único que dice y sonrío.
Me encanta cuando es tímida, es la misma de siempre.
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El Príncipe de la Mafia (#3 P.M)
Novela JuvenilAlejo Romanov actual príncipe de la mafia italiana, nunca había estado lejos de su familia, la avaricia de su padre lo llevó a cometer delitos muy graves en el pasado. El príncipe de la mafia está siendo buscado por todos lados desde sus enemigos h...