El Príncipe de la Mafia (#3 P.M)

CAPÍTULO 15

CAPITULO EDITADO

Alejo

Una semana después...

La semana ha pasado rápido hay tanto problemas dentro de mi familia que no sabía antes de investigar, mis hermanos eran los únicos que sabían hasta ahora. Primero, tenía dos hermanos pequeños 15 años que están secuestrados y una supuesta hermanita de 5 años. Y, por último, mi padre quiere "cambiar" y ser un mejor hombre con ellos.

Por otro lado, tenemos los avances de la investigación, gracias a
las fotos de mis hermanos están resultando, pronto tendremos las coordenadas de sus ubicaciones. Eso espero ya que esto me está cansando y quiero terminar todo de una buena vez.

Por otra parte, la pequeña Aracely no ha tenido avance con su padre, es duro para los dos, más para ella saber que su padre todo este tiempo estaba con ella. Ara como suelo decirle, ha estado distante con todos.

¿Cuál es el motivo? No tengo idea, pero lo averiguaré.

En cuanto a los socios de mis hermanos, están aquí ayudan en todo lo que pueden y agradezco eso. Casio y Blas no han llegado aún, es mejor, no quiero tener el regaño de ellos porque no les puse al tanto de la situación como siempre.

Mis pensamientos son interrumpidos al escuchar que tocan la puerta de mi habitación

— Adelante — grito mientras me acomodo mi traje y me veo en el espejo. Observo al hombre que contrate para que el cuide de Aracely, me doy la vuelta enseguida.

— Señor, tengo noticias — habla nervioso.

— ¿Qué pasa? — cuestiono esperando su respuesta.

— Es la señorita siempre estoy alejado de ella como me había pedido, yo estaba con los guardias de seguridad observando cada uno de sus movimientos como siempre — explica con nervios.

— ¿Qué paso esa cámara de seguridad? — cuestiono con curiosidad

— Ella estaba sentada afuera en el patio, llega una persona está hablando con ella, pero no se ve el rostro, le tira del cabello y dice algo en su oído — expresa con preocupación.

¿Será que es Donald? Según ella está muerto.

— ¿Hace cuánto sucede esto? — interrogo un poco enojado.

— Es la primera vez que lo veo, señor. Creo que la señorita está siendo amenaza por alguien de la casa, iré viendo cada movimiento de ella — menciona.

— Quiero averigües quien es la persona que la amenaza también quiero que una persona más este con ella, no dejaré que traten mal a mi protegida ¿Está claro? La próxima que suceda eso, me llamas enseguida — ordeno y asiente.

— Si señor — habla con firmeza.

— Cuida de ella con tu vida, Larry — suplico y se queda en shock por unos segundos.

— Lo haré, señor. Con permiso — promete.

— Puedes retirarte — declaro y asiente, se retira rápido.

Horas más tarde...

Han pasado dos horas desde que estoy fuera de la casa, los cargamentos que estaba habían llegado en excelentes condiciones. Todos los negocios no están teniendo ningún inconveniente.

Tocan la puerta de mi despacho y levanto mi vista con el ceño fruncido.

— Adelante — digo y entra uno de mis hombres.

— ¿Qué sucede? — cuestiono.

— Señor me han informado que el señor Valentino está frente a la mansión de su hermano — informa uno de mis hombres.

— ¿Hace cuánto que está ahí? — cuestiono con el ceño fruncido y haciendo una mueca.

— Hace unos minutos, señor — avisa y maldigo, me levanto de la silla empiezo a encaminarme hasta la salida para ir a la casa.

— ¿Por qué nadie me había avisado desde entonces? — pregunto enojado, ellos se quedan en silencio y con mucho temor.

— Contesten — gruño.

— Estaba ocupado, jefe y.... — le corto al hombre que contestó.

— La próxima me avisan ¿De acuerdo? — hablo entre dientes y con la mandíbula apretada, el hombre asiente y sale del lugar, le hago una seña.

Una hora más tarde...

Estoy frente a la casa, suspiro al ver a Valentino Aarden frente de ella. Salgo del auto, me encamino hasta donde está.

— ¿Qué haces aquí? — pregunto con un tono serio y se da vuelta, tiene una sonrisa en el rostro.

— He venido a resolver algunos asuntos importantes y uno de ellos eres tú, querido amigo — responde mientras se aproxima, se queda frente mío y de la nada me abraza, me quedo asombrado.

— ¿Qué haces aquí, Valentino? — repito mi pregunta, lo escucho suspirar.

— Necesito tu ayuda y creo que tú también necesitas la mía — expresa con tranquilidad.

— ¿Qué clase de ayuda? — pregunto confundido.

— Me convertí en el rey de la mafia hace un año. Me enteré que tus hermanos están desaparecidos, me tomé el atrevimiento de investigar y tengo información de ellos — confiesa.

¿Quién le contó sobre la investigación?

Hago una seña para que me siga, entro a la casa y me encuentro con Aracely tomando un helado enseguida me tenso.

— ¿Quién es la preciosura? — pregunta mi amigo mientras continuamos caminando hasta la oficina.

— Ella es Aracely, hija de Orson — respondo entre dientes.

— ¿Está soltera? — cuestiona interesado.

— No, no está soltera - miento descaradamente, aunque no es del todo mentira, ella será mía algún día, asiente bajando la cabeza, llegamos al despacho, Valentino entra de la nada y sin pensar dos veces.

— ¿Qué hace aquí? — gruñen mis hermanos al mismo tiempo.

— Tiene información de nuestros hermanos – confieso con rapidez y tranquilidad. No quiero que corra sangre hoy ni que tampoco Aracely se traume.