Kia
Mis botas rojas salpicaban agua por doquier gracias a la lluvia torrencial que hubo en la madrugada. Mientras caminaba a toda prisa recordaba que ya era la quinta vez en el mes que llegaba tarde a la tienda donde trabajo, ya era un jodido milagro que el gerente no me hubiera despedido después de tantas veces que me he retrasado.
Luego de un tiempo casi corriendo por las empapadas calles de Londres, me di cuenta que si tomaba la Oxford Street llegaría más tarde de lo que ya iba, pero afortunadamente me di cuenta que los atajos que colindan con la avenida me harían llegar más rápido. Así que sin pensarlo dos veces doble en una esquina para tomar los atajos
Caminé por los callejones y calles por unos minutos hasta notar que definitivamente me había perdido, no sé cuál es la salida o a dónde me puedo dirigir. Me encontraba en una calle muy solitaria, era totalmente notorio que este vecindario no era de la alta sociedad, pero sin embargo tampoco pertenecía a la baja.
¡Genial! Si antes iba a llegar tarde ahora sé que llegaré el triple de tarde. Que Dios me ayude.
Cuando estaba a punto de rendirme y dar la vuelta para ver si podía recordar por dónde había venido, siento un gran agarre en mi cuello y un objeto frío y duro apretando mi sien que hace que mi corazón quiera escapar de mi cuerpo y salir corriendo.
—No pienses en gritar o moverte porque si no tu cerebro adornará esa linda pared— susurra justo en mi oreja un hombre con una voz bastante gruesa.
¿ES UNA BROMA? ¿AHORA ME ESTÁN ASALTANDO?
—¿Oye que quieres? Déjame ir, solo tengo baratijas en mi bolso—miento.
Tengo mi hermoso teléfono celular que compre hace apenas 1 semana y que me costó 3 meses de trabajo duro y rondas dobles. ¡Debes estar jodiéndome destino!
—No me jodas, dame tu bolso ahora y no quiero que hagas nada porque no dudaré medio segundo en disparar— escupe sus palabras de manera tosca a mi oído y ahora sí estoy cagada de miedo.
Trato de zafarme de su agarre, pero no funciona y siento como quita el seguro del arma ¡No quiero morir, joder!
—Intenta pasarte de lista de nuevo y te vuelo los sesos — Mierda
Cuando estoy a punto de darle mi bolso y a rendirme siento como el hombre retrocede y retira bruscamente el arma de mi cabeza, mi instinto natural es voltear —aunque debí de haber corrido para salvar mi redondo culo de la muerte— al hacerlo puedo vislumbrar a un chico bajando de su bicicleta para empezar a golpear al que —supongo— era mi agresor.
—¡Corre! — Grita el joven desconocido que se ha vuelto en mi salvador. Pero justo en el momento en el me mira a los ojos para asegurarse de que obedezca su pedido, se escucha un sonido fuerte y ensordecedor...
El bastardo le ha disparado al chico y ha salido corriendo como una rata de la escena.
OH DIOS MÍO.
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Asalto Al Amor
Romans¿Qué pasaría si algún día decides tomar el atajo equivocado, pero te encuentras con la persona correcta? Kia era una sarcástica y arrogante joven que escondía muchas marcas de su pasado con algunas sonrisas y chistes. Aaron era un confiado y galante...