Capitulo 21: Un bad boy dentro de un good boy

341 48 49
                                    

Kia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Kia

—¿Qué?

—¿Cómo?

—¿Te has te has estado acostando con Steven?— Pregunté totalmente sorprendida, abrí mis ojos al límite y sentí como si mi quijada se fuera a caer de lo abierta que estaba mi boca.

Ella empezó a sonreír nerviosa y a negar repetitivamente con su cabeza. Me acerqué hacia ella y la mire intimidante.

—Llevas una semana acostándote con Steven y no me lo dijiste ¿Crees que eso está bien? ¿Y cuando me dijiste que no habías tenido sexo estabas mintiendo? Bueno claro está que sí.

—Si te sirve de consuelo, todo pasó de repente.— Argumentó ella cerrando la puerta del departamento.

—¿De repente durante una semana?

—Si, sé que suena ilógico pero te contaré cómo pasó— Defiende sentándose en su único sofá. Arrastré una silla que había en la mesa del comedor y me senté frente a ella atenta.

—¿Recuerdas el día que regresé de la universidad en el mediodía buscando algo para almorzar? Fue el mismo día que Aarón y yo te vimos hacer un concierto en tu sala de estar.

—Como olvidar...— Susurré con sarcasmo

—Luego de dejarlos solos, vine hasta aquí para buscar algo de comida y la verdad no encontré nada, así que tome algo de dinero y fui a Clara's Coffe porque de verdad moría de hambre, al estar allí me encontré a Steven. Al inicio él me pidió sentarse en mi mesa y me negué, pero luego él se quedó allí parado tomando su café mientras me miraba ¡Y sabes que me incomoda que las personas me miren fijamente!— Chilló ella luego de hablar rápidamente.

»Entonces le dije que podía sentarse y creo que fue la peor decisión de mi vida porque él me envolvió con sus seductores ojos y su caliente mirada, y luego se ofreció a llevarme a la universidad y le dije que sí, pero todo se volvió confuso cuando paramos en un semáforo— Habló colocando una mano en su rostro— Oh Kia, te juro por el Dios del sexo que sentía sus malditas hormonas incrustarse en mi vagina ¡Sentí sus feromonas en mi piel amiga! Y no me aguante un segundo más, así que me trepé hacia él y comencé a devorarlo, pero los autos empezaron a sonar sus bocinas y él tuvo que dirigirse a un estacionamiento y lo hicimos una y otra, y otra vez, y cuando quise darme cuenta ya me había perdido mi clase de Metodología de la investigación.

Me crucé de brazos y la miré fijamente sin ningún tipo de expresión o gesto facial. No estaba realmente enojada, pero si algo molesta porque ella había omitido ese pequeño—gran—detalle en nuestras conversaciones cuando en realidad no había necesidad.

—¿Y? ¿No dirás nada?

Di un suspiro dramático y coloque una mano en mi pecho—Me siento traicionada, indignada, ultrajada y todo lo que termine en "ada" en éste momento.

Asalto Al Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora