¿Qué pasaría si algún día decides tomar el atajo equivocado, pero te encuentras con la persona correcta?
Kia era una sarcástica y arrogante joven que escondía muchas marcas de su pasado con algunas sonrisas y chistes.
Aaron era un confiado y galante...
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Maratón 2/3
Kia
Luego de lo que sucedió en mi sala de estar, ambos habíamos decido sentarnos un rato en el balcón para respirar un poco y bajar la intensidad de cualquier sentimiento...
O por lo menos esas fueron mis intenciones.
Nos habíamos quedado casi por media hora observando la ciudad en silencio hasta que Aarón volteó a mirarme y preguntó.
-¿Qué te apasiona, Kia?
-¿Por qué la pregunta?-Inquirí extrañada por tan repentino interés.
-No lo sé-Encogió los hombros- Curiosidad tal vez.
- Esa no es una buena razon- Defendí- Pero como estoy de buen humor, te lo diré solo si tú me dices que te apasiona a tí. - Respondí. El volteó y me sonrió
-El diseño, específicamente de interiores- Dijo casi de inmediato- No te lo había dicho pero trabajo en una empresa y soy el diseñador piloto. Me gradué hace un año y...
-¿Un año? Pero si solo tienes 22 -Interrumpí- ¿Cuanto tiempo dura la carrera?
-Cuando estaba en tercer grado, el director del instituto donde estudiaba le aconsejó a mamá saltarme el cuarto grado -Hizo una pausa y fruncí el ceño- El decía que mi capacidad de retención, agilidad y aprendizaje era mucho más avanzado que la del resto del alumnado. Por supuesto mamá se negó al principio, ella decía que eso no me permitiría vivir mi infancia como debía ser. -Sonrió y pude notar que esa sonrisa no era como las demás, había tristeza en ella. -Papá la persuadió diciéndole que sería bueno aprovechar mi talento. Luego de una larga charla, ella aceptó.-encogió sus hombros y se recostó en la silla- Deduce lo demás.
-Osea que eres un jodido prodigio- Reí y me crucé de brazos.- A mi parecer eres demasiado imbécil como para haberte saltado un año. Pero si el director era un vejete como el de mi instituto, a lo mejor ya no diferenciaba muchas cosas.- Me burlé.
-Te sorprenderia lo eficaz que soy en mi trabajo- Defendió - Además, yo no diría prodigio, más bien... Super dotado - sonríe pícaro y se inclina hacia mí.- Y no solo me refiero a mi inteligencia -levanta las cejas sugerente.
-Me impresiona la facilidad que tienes de arruinar las conversaciones
-Es un talento natural, Cerecita.
Hubo un silencio breve y decidí continuar con el tema principal.
-¿Que te llevó a elegir esa carrera?-Pregunté.
-Fue papá- Afirma- El tuvo mucho que ver en esa decisión.-Me miró y traté de prestar atención- Recuerdo que el día que cumplí 4 años el me preguntó: "¿Te gustaría adornar todas las casas de este vecindario?" - Rió melancólico y continuó - Y como todo niño soñador e inocente le dije que sí. Papá se ilusionó mucho con la idea así que al día siguiente me llevó de compras para remodelar mi habitación y me dejó decorarla como yo quise -Suspira- Fue increíble.
