Aarón
Inhalé hondo y suspiré extasiado al hundir mi nariz en un pequeño espacio del hombro de Kia y percibir el olor cítrico que desprendía su piel, ese olor que tanto me encantaba. Era algo que la caracterizaba y de verdad me gustaba.
-Es algo extraño que me estés oliendo -Mencionó Kia haciendo círculos en mi espalda.
No nos habíamos movido de donde estábamos desde hace varios minutos y permanecimos en silencio hasta ahora.
- ¿Entonces es raro que me gustes tanto? - Pregunté separándome un poco de ella y enfocándome en mirarla a los ojos, ya tenía puesta de nuevo su camiseta pero el recuerdo de sus pechos desnudos estaba grabado en mi mente. Ella me miró y se sonrojo, sin embargo su mirada no quería demostrar vergüenza, sino más bien la confianza interna que siempre llevaba consigo.
Kia era una chica que se sonrojaba por lo más mínimo y era tan adorable, pero también era muy buena ocultando en sus ojos y sus expresiones sus emociones.
-Si, estoy un poco rota por dentro, soy una demente y suelo ser antipática con la gente. -Hizo una pausa y junto sus labios en una línea - Además de que te golpee con un sartén.
-Ese fue el golpe que me hizo decir: Demonios si que me gusta esta demente.-Sonreí y ella negó con su cabeza sonriendo también.
Suspiré y estiré la mano para ver la hora de mi celular.
-Debo irme- Anuncié. Necesitaba concentrarme por fin en mi trabajo. Kia había sido mi centro en estas últimas semanas y quería que lo siguiera siendo, pero yo necesitaba ocuparme de mi trabajo y de los proyectos que he aplazado.
Kia abrió sus ojos alarmada y empezó a restregar su cabeza en mi pecho, como si de un gato se tratase.
-No te vayas...
Reí y baje mis manos en una suave caricia hasta su trasero, ella se reacomodo dandome un poco más de acceso.
-Quien diría que la chica que casi me manda a la mierda en varias ocasiones es la misma que está frente a mi pidiéndome que no me vaya.
Ella levanto su cabeza de golpe y su cara se volvió totalmente neutra.
-Aun puedo mandarte a la mierda si así lo deseas.
-Eres muy versátil.
-Deja molestarme.
-Mejor me quedo con esta versión de ti, la tierna y dulce- bromeé.
-¿Sabes que? No. Lárgate - Levanto sus cejas y soltó un sonrisa fingida.
-Pero...
-No hay peros ¿Eres masoquista? Está bien. Lárgate - Tomo mis manos que anteriormente estaban cómodamente sobre su trasero y las apartó con rudeza.
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Asalto Al Amor
Romance¿Qué pasaría si algún día decides tomar el atajo equivocado, pero te encuentras con la persona correcta? Kia era una sarcástica y arrogante joven que escondía muchas marcas de su pasado con algunas sonrisas y chistes. Aaron era un confiado y galante...