My little secret (omegaverse)

5. Indiferencia

*****Actualización 2/3

Harry despertó afiebrado por cuarta vez en la noche, sólo podía sentirse en calma aspirando la esencia de Louis, quizá podría haber dormido plácidamente si el alfa se encontrará a su lado, pero nunca le pediría eso, no, era demasiado altivo y orgulloso como para pedirle algo así a su asistente, no quería verse como el estereotipo de un omega necesitado y sumiso, él estaba más allá de eso, jamás dejaría que su género lo encasillase. Se forzó a cerrar los ojos una vez más en un intento por dormir, no lo logró, pasó dando vueltas hasta que dieron las 6 de la mañana.

Se levantó, hizo su sesión de yoga como de costumbre y tomó una larga ducha. Si alguien creía que Harry era estricto con sus empleados era porque no sabía lo estricto que era consigo mismo. Perfeccionista, esa era la única palabra con la cual podían describirlo y no era para menos, absolutamente todo a su alrededor debía ser perfecto, él mismo debía estar siempre perfecto, siempre impecable, después de todo era Harry Styles, uno de los máximos exponentes de la moda. Escogió cuidadosamente su outfit, cada uno de los detalles debía reflejar cuán altivo y en control se hallaba, o al menos dar la impresión de hacerlo, porque la verdad en esos momentos se sentía como la mierda, aún así no podía faltar a su reunión, le era completamente inadmisible eso, así que se miró al espejo y forzó una sonrisa antes de salir al encuentro de su asistente.

Encontró al alfa en el lobby, se veía bastante tenso y cansado, como si tampoco hubiese dormido. Ni siquiera tuvo que llamarlo, el castaño lo alzó a ver de inmediato, como si pudiese sentir su presencia a distancia, hasta parecía que podía olerlo, lo cual era imposible a causa de los inhibidores que usaba. Observó al joven acercarse con el ceño fruncido y con un semblante serio, algo completamente fuera de lo común, aún así no le dio importancia.

—No deberías ir Harry, no así — el mayor lo alzó a ver confundido y molesto ¿Era acaso una crítica a su ropa? ¿Alguna cosa de alfas que no entendía? Antes de que pudiese reprocharle a Louis su actitud, este añadió —Estás pálido y temblando— el alfa entonces acarició tiernamente la mejilla del mayor— y tienes fiebre, deberías ver a un médico o mínimo reposar, lo que te pasó ayer fue bastante grave.

—Conozco mis límites Tomlinson y tú deberías conocer los tuyos, no recuerdo haberte dado ese tipo de confianza.— replicó con un tono severo, pero sabía en el fondo que Louis tenía razón, aún así sentía que si se dejaba vencer por su trauma dejaría ganar otra vez a aquella persona que lo daño y eso es algo que jamás permitiría.

—Yo.... —Harry notó que Louis se tensó aún más, como si se estuviera conteniendo de decir lo que realmente piensa —Lo siento señor Styles, el chofer nos está esperando.

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El día para Harry fue bastante agotador, sentía que desfallecería en cualquier momento, aún así el ojiazul de alguna manera tan solo con su cercanía lograba que se sienta mejor, era bastante reconfortante tener al alfa a su lado, incluso si Niall no perdía oportunidad de coquetear con él. A pesar de los avances del rubio, Louis se mantenía firme en su deber y lo trataba únicamente de forma profesional, eso aunque no lo admitiría le provocaba una especie de placer al rizado. Aún así, resentía un poco el cambio de dinámica entre ellos, por más que el alfa fuera el caballero que siempre era, sentía una especie de muro invisible entre ambos y eso le desagradaba.

No volvieron a entablar conversación alguna durante el viaje ni al volver a la oficina, cualquier puente de confianza entre ambos se había vuelto extraño. Louis no quería importunar al rizado, para él Harry era como una estrella en el firmamento, podía ser afortunado de presenciar su brillo, pero nunca podría tocarlo. El alfa era muy inseguro a veces, por lo que pensó que incomodaría a su jefe si lo trataba como antes, es decir, se le había declarado prácticamente, así que comenzó a alejarse.

El ojiverde se sentía vacío con la distancia que tomó Louis, le hacía mucha falta el chico de ojos color cielo, su sonrisa, sus ocurrencias y entendía que todo era a causa del límite que marcó pero, retractarse para él no era una opción, intentaba convencerse a sí mismo de que todo era mejor así, que se le pasaría después de un tiempo aquella obsesión que tenía por el joven, pero los días se convirtieron en semanas y lo único que incrementaba era su deseo por acercársele.

—¿Debería preocuparme? —inquirió Gemma al notar a su hermano completamente distraído.

—No, es solo que.....

—Te hace falta.

—Louis sigue trabajando para mí.

—Pero ya no como antes ¿no es así? Deberías dejar de ser un cabezota y tomar la iniciativa.

—No sé de qué hablas....

—Vamos Hazz, cuando Louis entró no parabas de hablar de lo guapo que es tu asistente... —Harry se tornó rojo ante eso.

—¡Nunca he dicho algo semejante!

La muchacha rió —No te has dado cuenta, pero ajá, lo has hecho.

—De todas formas, eso es irrelevante. — intentaba esconder su bochorno tras un falso enojo.

—No para él.

Harry frunció el ceño —¿Qué se supone que significa eso?

—¿Sabes que Nick le ofreció un puesto en su periódico y lo rechazó?

—¿Por qué haría algo así de estúpido?— Harry sabía cual era el sueño de Louis y ciertamente ser su asistente no lo era.

La alfa le dio un pequeño golpe en la cabeza al rizado —¿Por qué crees?

Harry no respondió, se limitó a ver la ciudad por la ventana del vehículo. Era un día gris, la lluvia azotaba las calles, aburrido iba a ponerse a organizar su agenda hasta que divisó aquella familiar figura. Lo miró sonreír y conversar amenamente con un beta bastante apuesto y sintió un tirón en su pecho.

Aquella visión no duró mucho y aún así fue suficiente para amargarle todo el fin de semana, quería que el alfa volviera a sonreírle así, quería que fuese él con quien compartiese su paraguas, pero por sobre todo, no quería perderlo.