2. Nuevo empleado

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Harry sabía lo exigente que era, sabía que tenía un estándar elevado para cualquiera que buscara estar bajo su mando, es por eso que cuando su asistente se casó, sintió terror, sabía que lo abandonaría todo por aquel alfa moreno, no lo entendía, no podía simplemente entenderlo ¿Por qué un omega en la cima de su carrera abandonaría todo por un alfa? No, él jamás haría eso, en especial porque los alfas eran arrogantes hijos de puta que tomaban lo que querían cuando querían, intentó hacer entrar a su asistente en razón, pero fue en vano, él estaba decidido, pero le había prometido no renunciar hasta que el rizado obtuviese un reemplazo adecuado para él.

Esa búsqueda de un nuevo asistente le llevó casi un año, sabía que estaba siendo egoísta y aprovechándose de la amabilidad de Liam, pero no estaba a gusto trabajando con nadie más, así que fue incluso más estricto con todos y cada uno de los nuevos candidatos, nadie pudo resistir los gajes del oficio, nadie hasta que aquel alfa de ojos azules llegó.

Cuando Payne le había hablado acerca de su primo quiso reír por semejante disparate "¿un alfa trabajando como mi asistente? ¿te das cuenta que estaría rodeado de omegas? ¡No quiero ningún incidente!" le había dicho y aunque su asistente le había asegurado que era un buen chico y que "No todos los alfas son así" el rizado no se lo creía. Aceptó darle un tiempo de prueba más por compromiso que por verdadero deseo y por supuesto haría de todo para intentar que abandone o falle, se llevó una desagradable sorpresa al ver que aquel muchacho era tan o más competente que Liam y que por más ridícula que fuese su petición acataba sus órdenes brindándole una cálida sonrisa cada que podía.

Y lo peor de todo era la forma en que se preocupaba por él, varias veces se quedó mucho más de lo indicado solo para cerciorarse de que no necesitase nada, cuando Harry estaba tan ocupado que incluso se saltaba la comida, ahí estaba Louis con un almuerzo saludable, sacrificando su propia hora de comer para no más de atenderlo ¿Es que acaso había algo mal con él? ¿Acaso a ese hombre le gustaba el masoquismo o algo así? Harry no lo entendía.

Había notado que muchos omegas coqueteaban con su asistente o le invitaban a salir y él se negaba a todo, simplemente para estar a su alrededor. Realmente estaba harto de él, así que incluso lo cargo con diligencias que nada tenían que ver con su empleo para tenerlo lo más lejos posible, porque definitivamente no disfrutaba su compañía, claro que no, absolutamente no adoraba en secreto aquel aroma varonil y delicado, no, para nada e indiscutiblemente no esperaba admirar aquella escultural figura cada que alzara la vista de sus papeles, en lo absoluto se sentía acalorado cada vez que le miraba o soltaba sus estúpidas ocurrencias, por supuesto que no se sentía tentado a acurrucarse en su fuente de aroma, no, simplemente lo quería lejos porque quizá, solo quizá podría concentrarse mejor sin el castaño cerca.

***

Esa semana fue en especial horrible en especial porque ya era momento de su celo y tenía que tomar retardantes para poder eliminar los efectos y poder tenerlo un fin de semana sin alertar a nadie de su condición y es que el rizado tenía un pequeño secreto, él era omega, uno que tenía un gran temor a serlo, no porque despreciara a su género, si no por lo que le sucedió cuando era más joven, decidió a partir de entonces que viviría como un beta, que si la naturaleza no lo había hecho de esa forma él la forzaría, porque no quería nunca más algo así, no quería vivir más con miedo.

Los síntomas se hacían más presentes en él, tanto que tuvo que tomar más pastillas de lo que acostumbraba para disimular, no sabía si era el alfa quien lo estaba enloqueciendo, o si era la presión en el trabajo. Estaba casi al límite, pero era viernes y en unas cuantas horas por fin podría llegar a casa y dejar a la naturaleza seguir su curso, o eso pensó hasta que llegó la llamada de Niall Horan, el editor de la sucursal en París, quien estaba tras su puesto desde hace algunos años, después de todo el mercado americano era mucho mayor y tenía más demanda. Gruñó con fuerza al saber que a causa de ese rubio de bote tendría que cambiar todo su itinerario y peor aún, volver a aquel lugar que le traía tan malos recuerdos, estaba totalmente furioso, apenas al borde de la cordura y entonces llegó Tomlinson liberando aquel embriagador aroma tratando de relajarlo, pero el castaño no podía saber lo que estaba a punto de causar.

Observó las pupilas del menor dilatarse por el deseo y un escalofrío recorrió su espina dorsal, no quería revivir el peor momento de su vida, se sentía febril y necesitado, pero estaba consciente de lo que quería y lo que no. El tacto de Louis sobre su brazo lo hizo sollozar.

—Omega...omega por favor, dime ¿a quién llamo? ¿Alguien puede venir a recogerte? Es demasiado peligroso...

—¡Alejate!

—Lo siento yo....— de un salto el alfa estuvo al otro lado de la habitación — si te molesta mi presencia me iré de inmediato, pero no puedo dejarte hasta no saber si estarás seguro— Harry pudo notar al alfa sudando, respirando pesadamente, él golpe de sus feromonas le había inducido al celo y lo único en lo que parecía pensar era en su seguridad, quiso levantarse y correr hacia su vehículo pero el abuso de los fármacos le estaba pasando factura, era su celo más fuerte y más doloroso hasta ahora.

—Alfa....por favor... —su omega interno estaba tomando control de él, era algo que nunca antes le había pasado, escuchó al ojiazul gruñir y jalarse los cabellos frustrado.

—Por favor Harry....digo señor Styles, por favor necesito llevarlo a un lugar seguro— suplicó y el omega le tendió las llaves de su auto y le susurró la dirección antes de perder por completo la conciencia.

Louis hizo un esfuerzo sobrehumano para mantenerse controlado y atento a la carretera, lo cual era casi imposible teniendo a aquel hermoso chico de ojos verdes en el asiento trasero gimiendo, pidiendo, tocándose. Quería besarlo, quería tomarlo, quería llenarlo, quería complacer sus súplicas, pero sabía que ese no era Harry, era solo su instinto tomando posesión de él, el verdadero Harry Styles jamás diría algo como eso, jamás permitiría que viera eso y se sentía tan mal al respecto, se sentía como si estuviera invadiendo su privacidad, como si estuviera haciendo algo terrible, en especial porque jamás podría sacarse de la cabeza semejante visión, Harry con las mejillas arreboladas, con los labios sonrosados gimiendo su nombre, tendría que vivir por siempre con ese dulce martirio porque sería la única vez que lo vería así.

Llegó a casa del rizado en tiempo récord, no sabía ni le importaba cuántas señales de alto se había pasado, lo importante para él era dejar a Harry sano y salvo. Lo cargó entre sus brazos y gruñó fuertemente a un par de alfas que estaban transitando por esa vereda, con las manos temblorosas logró abrir la puerta principal intentando alejar al omega que cada vez estaba más cariñoso con él.

—Alfa.... —gimió restregando su entrepierna contra la cadera del castaño y la ya de por sí dolorosa erección de Louis se incrementó.

—Omega no me hagas esto... —usó toda su fuerza de voluntad para dejarlo sobre el sillón y precipitarse hacia la puerta.

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Holi mis aguacatas ¿les está gustando la fic? Si desean que los caps salgan más seguido háganmelo saber con confianza.

My little  secret (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora