10. Cita fallida

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Cuando decidieron tener una cita en aquel bar gay jamás se imaginaron verse envueltos en una protesta en contra de la comunidad, es decir ¿por qué le importaba tanto a la gente? Louis no lo entendía, para él era algo simple, el amor era amor independientemente de la casta. Harry por su parte estaba aterrado, nunca había estado involucrado en algo así, de hecho él era un omega saliendo con un alfa, ni siquiera tendría por qué estar pasando por ello si no fuese por la mentira que cargaba a sus espaldas, odiaba todo eso, odiaba que la gente los mirara feo cada que tomaba la mano de su chico por la calle, odiaba que los insultaran, odiaba tener que haber ido a ese estúpido bar en primer lugar.

El rizado no era una celebridad tal cual, pero si era famoso, si llegaban a reconocerlo estaría acabado, seguramente lo despedirían y no habría forma de que pudiese apelar. Y no es como que pudiese salvarse de todo diciendo que es un omega, claro que no, si hacía eso terminaría preso o algo peor. Estaba entre la espada y la pared, oculto en un pequeño espacio, esperando que todo se tranquilice. Escuchó llegar a la policía, sin embargo lejos de aplacar la situación parecieron avivarla, era obvio, muchos no parecían entender que desde hace varias décadas eso no era algo ilegal, sin embargo qué podía esperar de una sociedad que califica a los individuos dependiendo de sus características secundarias, llenando a todos de estereotipos y roles.

Louis se encontraba entre la multitud, pero manteniendo un ojo en Harry, habían tenido que pagar bastante dinero propietario para que permitiera que Harry se escondiera en el cuarto de menesteres y aún así había mucho peligro de que el tipo los delatara. Cuando observó el inicio de una inminente pelea aprovechó la oportunidad para buscar a su omega, Harry apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de ser cargado por el castaño, ambos salieron por una ventana que el alfa rompió en ese momento y se precipitaron a la calle, por supuesto que fueron perseguidos, pero lograron llegar al pequeño departamento de Louis después de recorrer algunos callejones intrincados.

Louis miró preocupado a Harry, quien se hallaba pálido —¿Te encuentras bien Hazz?

—¿Cómo me preguntas eso? ¡Tuve un susto de muerte!

—Lo siento yo tan solo quería que pasáramos un buen rato juntos sin tener que fingir...

—¡Lo sabía! sabía que comenzarías a hartarte.

—No es eso —acarició la mejilla del más alto —he notado la ansiedad que te genera salir conmigo, siempre estás en estado de alerta, preocupado de todo alrededor, yo solo quería que pudiésemos disfrutar un momento sin ser juzgados. Fue estúpido de mi parte, lo sé, nunca me imaginé que algo así sucedería. En serio lo siento cariño.

Harry suspiró pesadamente —Lou, yo no sé que estamos haciendo yo.....me gustas pero no deberíamos....

Louis besó a su omega dulcemente y el rizado se entregó totalmente al beso, olvidándose de lo que iba a decir —¿No deberíamos? —preguntó el alfa burlonamente al separarse.

—Definitivamente no deberíamos...— respondió Harry en un susurro, volviendo a juntar sus labios con los de Louis, tornando el momento más apasionado para volver a separarse del castaño abruptamente. —Esto se acabó.

—¿¡Qué!? Pero Harry...

—No creo que dimensionas bien las cosas ¿Qué esperas de esto? ¡Nunca podremos ser una pareja normal!

—Eso no me importa Harry, si no podemos tener citas en lugares públicos, no lo haremos, no es necesario, puedes venir aquí y te prepararé algo, podríamos ver alguna película o simplemente charlar o si lo prefieres podría ir yo a tu casa.

EL rizado negó con la cabeza —¿Hasta cuando será eso suficiente para ti?

—Harry...

—Nunca podré ser libremente un omega Louis, lo sabes, estoy atado por esta mentira y tendré que vivir así por el resto de mi vida, pero no estoy dispuesto a arrastrarte conmigo.

My little  secret (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora