Capítulo 45: Curioso (sí, ya lo has dicho).

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Siento el tembleque de mis dedos y los pego a mis caderas.

- Curioso.- contesto.

Miro de reojo cómo sus preciosos ojos azules siguen clavados en mi cuadro, colocado perfectamente al lado del suyo.

Ahora entiendo la sorpresa de nuestros profesores.

Cómo no.

Y cómo iban a poner esto por separado...

Parece hecho aposta.

Pero juro, JURO, que no sabía qué iba a entregar él, y es imposible que él supiera lo que yo pintaba.

Básicamente porque lo empecé después de nuestra... pelea.

Bueno, venga, os lo voy a explicar.

Hemos pintado lo mismo.

Vale, lo mismo no.

En mi cuadro se ve un torso masculino, desnudo, parcialmente cubierto por un brazo de mujer que entra por la cintura y cruza hasta el pectoral contrario. El único toque de color que hay son las uñas pintadas de rojo, apretadas contra la piel del hombre.

- Soy yo.- dice, con una leve sonrisa.

Me quedo callada unos segundos, mirándole, y, por fin, gira la cabeza hacia mí.

Ay, dios, esos ojos...

- Qué engreído eres.

Señala con el dedo una pequeña marca que he dibujado a la altura de la cadera, justo paralela a esos oblicuos tan sexys.

- Esa cicatriz...- se saca una esquina de la camisa y la levanta lo suficiente para que vea esa misma marca- me la hice la primera vez que fui de escalada con mis hermanos.

- Exhibicionista.

Se ríe mientras vuelve a colocar la camisa en su sitio y se ajusta la americana negra sobre los hombros.

Joder, está como un queso con esos pantalones oscuros, ahí marcando ese culo de escándalo que tiene...

- Sí, pero soy yo.

Pues mira, sí.

- A lo mejor.- contesto al cabo de unos minutos.

Miro su cuadro de nuevo.

Es justo lo contrario.

Una espalda femenina, con algunos rizos negros cayendo por la nuca, y un brazo de hombre apoyado en la columna, como sosteniéndola.

Igual que en mi obra, no se ven rostros.

Pero sé quién es.

- Soy yo.- digo igualmente.

- Engreída...

No contesto a su burla.

Sé que lo soy.

Es que ha reproducido cada uno de mis lunares. Incluido uno pequeñito con forma de haba que tengo en el principio del trasero.

Estoy flipando.

Los mismos tonos que yo (a excepción de las uñas rojas en el mío), el mismo mensaje, el mismo formato y el mismo estilo.

Es que, joder, parece que los haya pintado la misma persona.

Extiendo el brazo en su dirección, sin mirarle, buscando su mano.

Sus dedos atrapan los míos y aprieto los labios para no soltar un suspiro.

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⏰ Última actualización: Jun 29, 2021 ⏰

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Asquerosamente adulta: la reina de la mala suerte.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora