•Dentro Pero Fuera De La Familia•

Capitulo 8

–¿Qué? ¿Me quieres llevar otra vez a las calles para que nos arresten? –dije cuando estuve frente a frente con Jack, quién había tomado la ligera libertad de ir por mi al terminar las clases.

Estaba recargado en su auto, gafas negras, ropa y calzado color negro a excepción de su camisa verde flourecente. Todo de él llamaba a cualquier chica a abrir las patas, dejarse hacerse un hijo y ser abandonada, porque eso sería un sueño cumplido para ellas. Si, la raza de secundaria, no toda, suele ser ilusa.

–Vine por ti para ir por nuestra paga. Te prometí un trabajo y por obvias razones tiene que existir una paga.

–No la quiero. Puedes quedártela.

–No lo haré, sabes cómo soy...te insistiré hasta que accedas.

–Apresúrate entonces. –entré al auto y después él.

Cuando llegamos al negocio del jefaso nos pagaron y pidieron disculpas por el "accidente". No esperaba que despidieran a los tres ogetes que nos dejaron, pero vaya, sucedió. Y entendí, que Jack era importante o algo así para el jefaso.

Terminaron de susurrarse cosas en esa oficina y Jack salió con una gran sonrisa para ponerse enfrente de mi y arreglar mi cabello.

–Dice que podemos pedir lo que sea, la casa invita.

–Pídelo y nos vamos. –me llevó a la barra del bar y pidió un trago de no sé qué agitado no batido. Estando detrás de mi, rodeándome y encerrándome por la cintura con sus manos.

–Vamos, pide algo. ¿O me vas a decir que no tomas? ¿Chica mala?

–Deja de actuar así, Jack. No hagas estás cosas para conseguir algo, si lo quieres sólo dilo y ya.

–Me conoces, me conoces. Creí que no te darías cuenta.

–Dilo o vámonos ya.

–Quiero hacerlo otra vez. –sin rodeos, sin relleno, sin nada, me lo dijo al oído y por un minúsculo momento casi gemí, CASI, pero la verdad ya no tenía tanto efecto en mi como antes.

¿Alguna vez escucharon esa maravillosa cita verbal "A la prima se le arrima"? Pues déjame decirte que no sólo es un 'arrimón' sino algo mucho, mucho muuuucho más profundo. Y sí, puede llegar a ser rico e interesante, pero cuando pasa, quieres volver a minutos atrás y golpearte la picha para que pienses con la cabeza y no con la hormona. Después de esta explicación, creo que pueden deducir qué fue lo que pasó entre Jack O'Conner y yo. Los primos que siempre decían "ser hermanos del alma" mentían descaradamente enfrente de todos.

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