•Dentro Pero Fuera De La Familia•

Capitulo 3

𝐀𝐜𝐭𝐮𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝.

—Mira a quién tenemos aquí. ¿Estás manejando, Tadeo?

—Siiii papi. —lo veía todo desde de las escaleras que conducían a la cochera. Era una especie de sótano, pero a la vez no.

Dicen que cuando una persona no corresponde tus sentimientos tu corazón se rompe. En mi caso no fue un chico hormonal cualquiera que sólo quiere cogerse a medio mundo estudiantil femenino, por supuesto que no.

La primera vez que alguien me rompió el corazón, fue cuando me di cuenta que Tadeo hizo todo lo que yo hice, pero yo me gane regaños de mi padre y más de su indiferencia. En cambio, él se ganó toda la atención y el amor paternal de Dominic Toretto.

—¿Terminaste tu tarea mi vida? —limpie las lágrimas en mi cara y asentí sin mirar a mi mamá. —¿De verdad, no quieres que te ayude?

—Le pedí ayuda a mi tío Han. Compermiso madre, quiero dormir. —acarició mi cabello y todavía con la mirada baja me retiré de ahí.

Ví hacia atrás, sólo para terminar de romper mi corazón y eliminar otro poco del casi inexistente amor que le tenía a mi padre.

Narrador Omnisciente ✍︎

Letty se dió cuenta que su hija no estaba bien; también vio la causa por la que su pequeña ahora se encontraba decaída y en cierto momento se puso en su lugar.

—Dom...¿ayudaste a la niña con su tarea?

—No debe esperar a que otros hagan lo que le corresponde a ella. Tiene que aprender que los demás no le van a resolver todo.

—Por favor Dom, eso es un tema distinto. ¿siquiera sabes de qué era la tarea? —él la ignoró siguiendo jugando con su adoración de hijo. —Le dejaron escribir un texto sobre lo que le gusta de su papá.

En un lugar muy, muy pero muy profundo de su ser, algo se removió al recordar a su hija platicar animadamente con su tío Han mientras era ayudaba en su tarea por él.

—Bueno...cumplió con su tarea, es lo que importa.

—Dom...debes de sacar esa estúpida idea de tu cabeza. Tu hija te necesita y si le sigues haciendo esto te odiará...y sé que no quieres eso.

—¿Terminaste? —Letty suspiró mirándolo con enojo y decepción. Dió media vuelta para ir y buscar a su hija, que actualmente tenía quince años.

Antes de entrar, escuchó risas y aunque sea de mala educación, se quedó escondida para enterarse de la conversación de su hija y Han.

—No quiero nada tío Han, sólo quiero que vayas a la ceremonia.

—Claro que iré, ¿qué clase de tío sería si no? Pero, como voy a ser tu padrino te quiero regalar algo.

—Entonces....quiero un auto.

—¿Un auto? ¿Crees que tus papás nos den permiso? —Letty sonrió ante la ocurrencia y dentro de ella, en su mente, ya estaba dando el permiso a su hija para que aprendiera a conducir.

—Mamá obvio me va a dejar y papá...él ni siquiera sé preocupa por mi así que le dará igual si conduzco o no un auto.

—Pero no puedo regalarte el auto si los dos no nos dan permiso. Hablaremos con tu padre y luego iremos por el auto, ¿de acuerdo?

—¿Tío Han? —se escuchó la pregunta luego de unos pocos segundos de silencio, dónde Letty supuso había ocurrido un abrazo o algo que se le pareciese.

—¿Qué pasó?

—Tú...bueno yo nunca aprendí a andar en bicicleta...crees que...digo, si se puede y quieres...¿podrías enseñarme a andar en bicicleta? —Han rió desordenando el cabello de su sobrina y luego descanso su mano en la mejilla de ella.

—Por supuesto que sí. Mañana pasaré temprano por ti y vamos al parque que está cerca. Ahora, a dormir que mañana hay escuela.

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