Llegamos a una especie de lugar, guarida, cueva, lo que sea. Encerraron a mi tío y él me vio frente a esa puerta, diciéndome con una simple mirada que todo estaría bien sin saber que lo había traicionado.
–El presidente vendrá en unos instantes. Hablará con Fender. –me dijo el nalgón entregándome una botella de agua de la cual decidí no beber.
–¿No era que no trabajabas para el gobierno?
–Para el gobierno no, trabajo para el presidente. Somos unas especie de agentes secretos trabajando para el presidente, sin meter al país, ni las políticas, ni nada de eso.
–Me mentiste.
–Sólo omití algunas cosas, preciosa. –se acercó a mí y me tomó de la cintura. –Ahora, quiero que discutamos eso de tener sexo. A mi me vendría bien está noche, ¿qué dices tú?
–Don Nadie te pidió que me buscarás, ¿no? En realidad trabajas para él. Claro, ¿por qué no lo pensé antes? El simple hecho de que me dijeras esa información esa noche lo dice todo.
–Eres lista. –quité sus manos y lo señalé con el dedo.
–Confíe en ti, desgraciado. Siempre ha sido el gobierno y el estúpido equipo de señor Don Nadie...¿o estoy equivocada?
–No, porsupuesto que no. –sonó la voz de Dom, él y los demás entrando y dirigiéndose a nuestra dirección.
Los miré solo por micro segundos, luego tenía los ojos fijos en ese parásito que aprovechó todo para tocarme y darme besos. ¡Pero que de verdad soy estúpida!
–Todos tienen su beneficio. El gobierno tiene a Fender, esos agentes tendrán su paga, el mundo está fuera de peligro y... tú volverás a casa, señorita.
–¡Jah!... ¿qué te hace pensar eso? –lo miré con burla y desafiándolo. Después de todo ahora se siente en la obligación de ser un buen padre. Ni siquiera lo es, el mismo me lo dijo, tal vez no lo recuerda.
–Obedecerás a tu padre en este instante, Fátima. –dijo mamá cruzándose de brazos y con los ojos húmedos.
–Si bueno, hay un problema, pequeñito... creo que lo dijiste así Dominic: "No soy tu jodido padre"... ¿Así lo dijiste, no? ¿Si te acuerdas?
–Deja de decir estupideces. Toma lo que sean tus cosas que vamos ahora.
–No lo creo, Briancito. Tenemos que quedarnos, déjame ver. –miré mi reloj invisible en la muñeca y toqué mis labios haciendo cálculos. –Díez segundos más, el plato fuerte pronto será servido.
Bruja seré, no lo sé, pero unas bombas de humo alertaron a todos y luego varios hombres de mi tío entraron disparando, los contrarios respondieron y yo aproveché para ayudar a salir a mi tío.
Sí. Lo traicioné. Fui el Judas que lo entregó y casi lo negó a gente que se aprovechó de mi intención por hacer las cosas correctas.
Lo ayudé porque no iba a permitir que esos traicioneros se quedarán con él y por mi culpa. Es mi paga por haberle mentido.
Los hombres de mi tío tenían a todos acorralados y sin armas, esperando la orden de ejecución y Game Over.
–Esperaba que sucediera algo así. Realmente son un gran equipo. Una gran familia, ¿No, Dom? –habló mirando al mencionado y tomando el control en sus manos.
–Estás perdido, Jakob. Te entregas ahora o iré a buscarte en cuanto cruces esa puerta.
–Sí lo sé. Y la verdad quiero que me persigas, hermanito. Quiero ver que logres acabarme como siempre quisiste. Quiero ver qué tan lejos puedes manejas sin parar, ¿recuerdas eso, no? "Vete y nunca vuelvas". Sí... lo recuerdas perfectamente.
Se miraron una vez más. Le entregaron dos armas a mi tío y me entregó una.
–Andando. –me rodeó los hombros con su brazo y salimos de ahí. El avión del que habló estaba a pocos metros y subimos a él.
–Así que eres Fender. Esa cosa es como el botón del fin mundo... ¿no?
–Algo así. En realidad no es del fin del mundo, es solo un virus desconocido que nadie podría controlar en unos cuantos años. Yo tengo la cura, la daré cuando acepten darme el poder del país y de algunas potencias mundiales.
–¿Vas a activar el arma?
–Sí.
–¿Si sabes que ellos ya están detrás de ti y no se van a detener, verdad? Sobre todo Dom.
–Eso es justo lo que quiero. Justo así.
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•Dentro Pero Fuera De La Familia•
FanfictionEn los cuentos que mi mamá me leía por las noches antes de dormir siempre había un héroe, un héroe del cual ella estaba enamorada y era parte de la causa por la cual yo nací: 𝑀𝑖 𝑃𝑎𝑑𝑟𝑒. Ella me decía que no necesariamente un héroe debe tener u...