•Dentro Pero Fuera De La Familia•

Capitulo 22

Ingresé al bar díez minutos después de que Fany y Kai entraron. El lugar era bonito, luces azules predominando el lugar, casi todos vestían de blanco y tenían manchas verde flourecente en esta, haciendo una combinación espectacular, moderna, hermosa.

Me paseé un rato por el lugar, luego fui a la barra encontrando a un chico de más o menos la edad de mi hermano, no sé.

–¿Qué le apetece a la hermosa señorita?

–Oh, bueno, primero tengo que saber, que puedes... darme.

–Vaya... lo que tú quieras hermosa dama, solo pídelo.–pasé al lado de la barra, quedando sentada sobre la misma, abriendo un poco mis piernas para que luego él se pusiera entre ellas.

–Necesito información y sé que puedes dármela.

–Puedo dártela mi amor, pero nada de información. –lo tomé de la nuca acercándolo a mi cara, cargué el arma y la puse su estómago. –Eso es jugar sucio.

–¿La marca debajo de tu oreja significa que trabajas para alguien? ¿Para quién exactamente?

–No deberías estás aquí. ¿Quién te trajo?

–Escucha guapetón, sólo necesito un nombre y me largo.

–No te diré nada.

–¿Ah no? –bajé el arma hasta su miembro y presione ahí, jadeó y volteó a ver a los lados, quizás para ver si alguien estaba de meche.

–¿Dime a quién buscas?

–Fender... ¿es el jefe o un esclavo más?

–Si bajas el arma hablo todo que quieras, pero aquí no puedo decir nada.

–Vámonos entonces.

No cruzó palabras con nadie y salimos del lugar. Decidió que irnos en el auto sería lo mejor y mientras manejaba, él hablaba.

–Fender es... sólo un caja fuerte que guarda códigos, el delito y todo eso de los rusos solo es una cortina de humo.

–No entiendo.

–Mira... trabajo para una agencia secreta en crecimiento. El gobierno hizo un arma ecológica capaz de terminar con toda la vida del planeta, al principio era una amenaza hacia los rusos, con eso lograron llegar al acuerdo de no llegar a una guerra.

–Pero el gobierno decidió terminar el arma.

–Sí... los códigos no podrían tenerlos en papel, sería muy riesgoso... así que obligaron a Fender a memorizarlos.

–¿Y dónde está Fender?

–Nadie lo sabe... ni siquiera el gobierno... esa es la equis en la ecuación.

–¿Y ese bar cómo pinta en el asunto? ¿Son una organización? ¿Por eso las marcas en las orejas?

–Creemos que Fender es el líder de esa organización y ha estado amenazando con dar los códigos a alguien si el arma no es destruida.

–Okey... ¿y porqué me dices todo esto?

–Nadie en los seis años que he trabajado ahí ha preguntado por Fender... confío en ti hermosa.

–¿Qué más sabes?

–Al parecer Fender mandó en cubierta al señorito Kai con Jakob Toretto... aún no se sabe el porqué, estoy tratando de decifrar eso.

–Bien... aquí bajas. Dame algún número o algo para poder comunicarme contigo, tengo algo en mente.

–Sólo di que quieres volver a verme, preciosa. No tengo problema alguno con eso.

–Rápido, no tengo tiempo para tus ridiculeces. –anotó en mi teléfono su número y se agendó como "Nalgón" y bueno... no es de más, realmente tenía un buen trasero.

–Espero que la llamada llegué pronto. –me robó un beso y bajó tranquilo, perdiéndose en una calle cualquiera. Vaya hombre.

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