Capitulo 13

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𝐀𝐜𝐭𝐮𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝.

–¿Y mi tío? –pregunté a Kai cuando lo encontré bebiendo en la gigantesca sala, viendo no sé qué cosa en la televisión.

Kai era el matón, guardaespaldas, mano derecha, amigaso, confidente y juguete sexual nocturno del tío Jakob. Bueno, lo último es mame, siempre se los dije para molestar.

–En su oficina. Dijo que esperaras hasta que salga. –me senté a su lado bebiendo de su mismo vaso sin quitar mi atención de las imágenes de la plasma. –¿Te hiciste algo?

–¿Algo como qué?

–No sé...te ves...como diferente. ¿Te cortaste el pelo? –negué. –¿Adelgazaste?–reí y me di un empujón para que se me alejará poquito.

–No me hice nada. Has de estar borracho y por eso ves cosas que no son.

–Es que enserio te veo diferente. Hasta te ves sexy, creo que es la ropa. Me preguntó si te verás mejor sin ella.

–Ya deja de decir idioteces.

–Okey okey, me calmó. Pero mi propuesta sigue en pie. Podemos pasarla bien, te prometo el mejor sexo de tu vida.

–Lo dudo.

Seguimos hablando como gente civilizada hasta que alrededor de quince minutos después mi tío salió y me indicó que lo siguiera escaleras arriba. Besó mi frente y acarició mi espalda mientras pasábamos los muchos escalones hasta que llegamos al bar exclusivo de él.

–Escuché algo interesante.

–Déjame adivinar, ¿la carrera? –asintió con una sonrisa de "no puedo creer que hayas ido". –¿Y qué con eso?

–Nada. Sólo quería que me lo dijeras. ¿Qué dijo Dom?

–Lo de siempre "no esto, no aquello, no lo otro, nonononono". Pero no importa...sobre eso...tío, quiero pedirte un favor.

–El que quieras mi princesa.

–¿Me prestas un auto? –volvió a mirarme sin creer las palabras que salían de mi boca y me invitó a seguir explicando una razón, siempre pedía una razón lógica y no estúpida para darme lo que le pedía. –Saúl perdió su auto por mi culpa, así que quiero reparar eso. Necesito un auto para ganar otro auto.

–Vaya. –suspiró como melancólico y se acercó a mi con un segundo vaso de no sé qué; no me culpen, no sé nada de vinos. –Yo también fui adolescente. No sabes lo que daría por volver a esos tiempos.

–¿Tú....corrías con Dom?

–No...eso es otra historia, prometo contarte luego. Ve al garage y elige el que quieras, pero si pierdes tendré que secuestrarte y cobrarme el auto.

–¿Cómo me vas a cobrar?

–Trabajo. Así que vuelves con el auto o como el auto.

No había entendido en ese momento bien lo qué quería decirme o darme a entender. Más tarde, muy tarde lo pensé bien y di con una respuesta.

¿Qué se hace con un auto?

Manejarlo.

Entonces. Me dijo: Vuelves con el auto o como el auto. Lo primero no tenía tanta vuelta ni quema de neuronas.

Pero lo segundo: vuelves como el auto. Lo que me quiso decir que es iba a manejarme a su antojo.

Total, en ese tiempo no me dió pánico como ahora que lo pensé, así que solo tomé el auto y me largue a correr para pagarle a mi amigaso Saúl.

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•Dentro Pero Fuera De La Familia•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora