•Dentro Pero Fuera De La Familia•

Capitulo 9

¿Desde cuándo Jack y yo cogíamos? Porque eso es. Una vez leí un párrafo que decía: "mi mejor amiga le hacía el amor a mi novio" y dije "Weeeey, eso no es hacer el amor ni en pedo, es coger, las cosas como son"

Pues...si mis cálculos son correctos fueron por lo menos cuatro años, yo tenía doce o trece y Jack catorce cuando tuvimos nuestra primera vez y al cumplir mis diesiseis dejamos de hacerlo porque tenía novia.

Y es que ese no fue el problema. El problema, grandísimo, patético, ridículo y puto problema es que me había enamorado de mi primo. Y creía que él sentía lo mismo, esa química, ese aceleramiento, ese impulso de dejar todo por la otra persona. Pero nanai.

Chingada salí cuando en mi fiesta de cumpleaños me había puesto toda mamasota para pasar una noche con él y decirle lo que sentía, ¿para qué? Para que ese día, MI día, llegará muy feliz con su flamante novia con la cual llevaba dos años de relación.

Sí, me sentí idiota.

Sí, me dije estúpida y me di topes en la pared.

Sí, le dije todas sus verdades.

Sí, lo alejé de mi más de lo realmente necesario.

Pero no, no lloré por él. Lo admito, es guapo e irresistible, pero no es el único en el mundo. Incluso ya he visto mejores penes que el de él. Y me llena de satisfacción saber que él sabe que no es el único y que nunca más lo sería.

—Sigue soñando. –quisé apartar sus manos de mi cintura, pero me apretó más y se pegó más a mi trasero. Porque él era así, sin pudor ni vergüenza ni discreción.

—¿Te da miedo? ¿No quieres volver a gemir cómo loca por mi, eh? dime.

—No quiero tener a un imbécil encima de mi tratando de "hacer sentirme bien". Ya pasaste de moda Jack, no te creas el dios del sexo.

—Yo sé que quieres, Fátima. Siempre has querido que vuelva a hacerte mía por las madrugadas con nuestros padres a metros de tu habitación.

—De verdad que me subestimas. Tócame y verás que ya no logras nada. –sonrió ladino y comenzó humedeciendo mi cuello con besos y alternando lamidas en ocasiones.

Su mano derecha apretando mi glúteo hizo que me acercará más a él y poder sentir lo duro que ya estaba. Jesús, solo han pasado dos minutos. Jack creyó que ya estaba "preparada" para él y metió la mano en mis bragas. No sintió juguitos y todo se detuvo para él. Lentamente sacó su mano, mirándome como si no me reconociera, agitado y perturbado se alejó un poco de mi.

—Te lo dije. La verdad no quería decepcionarte, pero ahora viendo tu cara me parece el placer más rico que he sentido. ¿Pido un taxi o me llevas a casa?

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