The Hidden Senju 隠された

12

𝕾𝖆𝖈𝖗𝖎𝖋𝖎𝖈𝖎𝖔
犠牲

Kirai jaló accidentalmente el cabello de Jiraiya, este la llevaba en el hombro.

—Eso duele... —su voz se escuchaba arrastrada.

En la noche, en el día anterior Kirai había acompañado a Jiraiya y Tsunade a una pequeña taberna, pero ella como siempre solo acudía para cuidar de los dos mayores, lamentablemente, a la Senju mayor se le ocurrió drogar a ambos, despertaron hasta el otro día y la menor no paraba de sangrar, se debía a la pérdida de control sobre si misma.

—Jiraiya-sama ¿Que tipo de sangre es...—tosio un poco para que la sangre de saliera—Usted...?

—No voy a responder eso...

—Huele a B ¿Me rega-?

Se ahogó con su sangre y tuvo que toser de nuevo.

Sintió como saltaban y Jiraiya se recargo de la pared, tiró un kunai.

—¿¡Pero que...!?

—Nos tendió una trampa... —hablo Jiraiya.

Shizune salió corriendo, tomó en brazos a Kirai.

—¿¡Por qué estas sangrando!?

—Perdí... Perdí el control en mi cuerpo...

—¿Hace cuanto estas así?

—Madrugada...

—¿Sabes cuanto perdiste?

—Uno... Y medio.

Shizune pego un gritito.

—Quiero comer— farfullo cuando Shizune la puso en el suelo.

—No pue- ¡Kirai!

En menos de un segundo, Kirai ya estaba pegada al cuello de Naruto, este se encontraba entre asustado, confundido y a punto de pegarle a la rubia para que se alejara.

—¡K-Kira-chan! ¿¡Que haces!?

—¡Kira, suelta a Naruto!

Shizune intentaba que Kira dejara de absorber la sangre de Naruto, cuando al fin se despegó, había recobrado el sentido común y el rubio estaba rojo hasta las orejas.

—¡Kira! ¿¡Que hiciste!?

La Senju menor alzó la cabeza, olisqueo el aire y luego miró avergonzada al Uzumaki.

—Disculpa, Naruto, estaba fuera de mis cabales, como dije antes, desde hace una semana mi control se estaba desvaneciendo, requería sangre— sonrió un poco y entró al cuarto, el haber consumido su sangre la había fortalecido rápidamente, sin embargo, aún estaba mareada y se tambalea a un poco.

—¿A dónde vas?— cuestionó Shizune cuando Kirai salió con su katana enfundada y puesta en su cinturón.

—Saldré, no me sigan, Jiraiya-sama, espero que usted se recupere rápidamente— saltó para cruzar la barda y comenzó a correr.

Rápidamente, alcanzó a Kabuto, este reaccionó rápido, esquivó a Kirai, pero no fue lo suficientemente rápido para evitar que lo apresara con la katana contra su cuello.

—Vaya, no creía lo que Orochimaru-sama me había dicho... Pero tal parece que eres muy buena en esto.

—¿Donde esta él?

—Por supuesto que esta cerrando el trato con Orochimaru-sama.

—¡Hijo de-!

—Detenlos.