The Hidden Senju 隠された

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𝕺𝖗𝖔𝖈𝖍𝖎𝖒𝖆𝖗𝖚
大蛇丸

Kirai estaba realmente alegre, Naruto y Sasuke habían aprobado el exámen, soltó una buena carcajada cuando vio a Naruto sobar su cabeza.

—No pudo ser tan difícil...

—¡Habló en serio 'ttebayo! El exámen fue realmente difícil, no conteste ninguna pregunta ¡Pero fue mucha presión psicóloga!

—Psicológica— corrigió Sasuke.

—No puedo creer que lo lograrán, felicidades— abrazo a ambos con fuerza.

—No puedo... Respirar...

—Lo siento~

La azabache se separó, soltó una risilla, Naruto estaba tan rojo como Sasuke solo que este simulaba que no.

—¡Estas rojo 'ttebayo!— se burló Naruto.

—Tu también, dobe.

—Los dos están rojos.

—Tch, claro que no.

—¡Kira-senpai!

La rubia volteo, tras ella estaba un chico de cabello azul, agitó su mano.

—Quería invitarle a... —Kirai se percató de que el muchacho había mirado hacia atrás, se puso pálido—Ahaha... D-disculpe, tengo... Olvide mi horno prendido, nos vemos otro día.

Y salió corriendo.

Naruto y Sasuke se sonrieron cómplices, Kirai soltó un bufido.

—¿Por qué lo han asustado?

—¿Nosotros? ¡Claro que no 'ttebayo!

—Como sea, les invitaré a comer ¿Aceptan?

—No lo sé, creo que estaré ocupado— hablo Sasuke.

—Yo si 'ttebayo.

—¿Seguro de que no vendrás, Sasuke?

—Si tanto insistes iré.

La Senju soltó una risilla y comenzó a caminar.

—Entonces allá vamos.

...

Al día siguiente, luego de la cena, la Senju, un rato luego de despedirse de Naruto, Sakura y Sasuke, fue a la tienda de dangos y compró varios, se dirigió a donde Anko.

—¡Ah! ¡Pero si es la pequeña Senju!— exclamó Anko divertida —¿Que traes ahí?

—Anko-san— saludó rascando su mejilla —Traje algunos dangos.

—¿Para mí?

Kirai se sentó al lado de la pelimorada.

—En realidad para ambas, ¿Que tal todo aquí en Konoha?— cuestionó la rubia tomando uno de los palitos con dangos, Anko hizo lo mismo.

—Ha estado tranquilo, al menos para mí, escuche que hace un par de días estuviste por patearle el trasero a un chico de la arena.

La Senju soltó un sonido de disgusto.

—Ugh, ni me lo recuerdes, era un idiota engreído, lo hubiese golpeado de no ser por que es el hermano de uno de mis amigos.

Anko soltó una risa.

—Yo en tu lugar lo hubiese hecho.

—Nah, no me gusta la idea de meterme en problemas— la ojiazul balanceo sus pies, quedaban colgados.