—Bebe otra, hermanita —sugirió Aether con una sonrisa ladina poco usual en él. La gemela negó —Aprovecha ahora porque pasará un buen tiempo hasta que podamos divertirnos así otra vez.
Ella escondió el rostro entre sus manos, su cabeza comenzaba a dar vueltas. Muy por el contrario, Aether disfrutaba a grandes tragos la preparación especial de Diluc para los mellizos cumpleañeros.
—No más, Aether. Ya estoy mareada —hizo a un lado el vaso que le fue ofrecido.
El aludido no pudo evitar soltar una risa.
—Si quieres llamó a tu príncipe azul para que te lleva a casa —exageró. Tal vez el alcohol ya estaba haciendo efecto en ambos —Vamos, Lumine. Es nuestra fiesta. Diviértete o el próximo año te juro que festejaré sin ti —advirtió, bebiéndose de un trago el resto del contenido.
La melliza prevaleció en silencio por largos minutos, bajo los ojos desenfocados de Aether sobre sus movimientos.
De pronto, un miedo irracional surgió de lo más profundo de su alma, haciéndola temblar. Apretó sus manos en un puño, sintiendo las uñas clavarse en las palmas de sus manos.
—Esto se va a terminar —murmuró y tuvo la suerte de que su hermano pudiera escucharla.
—¿Qué? ¿La fiesta? —quiso burlarse.
—No, todo —la voz quebrada fue suficiente para aquel Aether borrará la sonrisa—. Favonius, el éxito, todo se acabará —Lumine cubrió sus ojos con las manos, sollozante—Nos hemos acostumbrado tan rápido a vivir de la música, Aether, ¿te has puesto a pensar en cómo de miserables nos vamos a sentir cuando nos quedemos sin nada?
Para su sorpresa, la chica recibió una respuesta afirmativa.
—Claro que lo he pensado, por eso trato de disfrutar cada momento al máximo con todos los chicos —fue todo, su pequeña hermana comenzó a derramar lágrimas —¿Por qué te pone tan triste pensar en el final de nuestra carrera, eh?
Lumine comenzó a arrastrar las palabras.
—Porque es todo lo que nos dejaron mamá y papá. Es lo único que Dainsleif espera que nos salga bien. Y después de eso no hay nada, no nos queda nada.
Aether masajeó la cabeza de Lumine con dulzura antes de darle un tierno beso en la coronilla. Su hermana solía visualizar un futuro muy lejano en busca de respuestas que obviamente no obtendría ahora.
Entonces un mensaje en su celular lo distrajo, el maravilloso nombre tildando en letras blancas y una simple palabra que inundó su pecho con alegría: "Llegué".
Aether tomó el aparato y justo cuando estaba por responder lo interrumpió una llamada entrante del mismo destinatario. Era increíble el poder de distracción que tenía esta persona sobre el rubio. No pudo evitar sonreír tontamente ante la imagen de alguien afuera de la fiesta, en medio de la oscuridad, aguardando por su presencia incluso si en principio se había negado a asistir.
Descolgó el teléfono y le pidió un momento, luego con una frase trató de calmar a su querida hermana que todavía no lograba apartar la angustia.
—Una buena persona me dijo alguna vez que, cuando comes tú sabor favorito de helado, sabes que en algún momento te lo vas a terminar, pero no por eso no te lo empiezas a comer ¿cierto? —Lumine asintió, todavía llorando contra la mesa—Sabes perfectamente que si no te lo comes rápido puede derretirse y eso sería un desperdicio, pero eso no evita que disfrutes cada bocado ¿no es así? —Aether ya no obtuvo respuesta, pero al menos la respiración de su melliza estaba más calmada y parecía estar atenta a su improvisado discurso— Entonces cuando ya no tienes más helado sólo puedes pensar en lo delicioso que estuvo, incluso si se derramaron una o dos gotas de chocolate sobre tu mano. Es así con muchas cosas de la vida, Lumine.
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I destroyed our constellation | Genshin Impact AU
FanfictionDespués de tomar la radical decisión de separarse de todos sus amigos y familia en Mondstadt y negarse rotundamente a continuar con la música, Lumine se enfrenta a su nueva y solitaria vida en Liyue. Aunque muchas de las nuevas personas que conoce s...