Persiguieron a Atl y corrian entre las personas, haciendo destrozos, la gente les gritaba a esos jóvenes rebeldes, Atl esquivaba a las personas y sus lugares de venta, los otros jóvenes en cambio corrian y chocaban contra las cajas de madera tirando todo a su paso.
- ¿Creiste que escaparias?
- ¿Por que me persigues, yo no te he hecho daño?
- Necesito tu brazalete, y lo quiero para mí.
- Esto me pertenece, tú fallaste la prueba del espíritu, no puedes tenerlo.
- Pero tu brazalete me servirá para entrar en el Telkal'i, donde me convertiré en un guerrero jaguar como lo fue mi padre.
- No permitiré que me quites algo que me pertenece.
- Será fácil quitártelo de las manos. ¡Atrapenlo!
Se lanzaron contra él.
- ¡Suéltenme!... ¡Ayuda!
- No hay nadie alrededor, nadie te escucha y nadie vendrá por ti...
- ¡Devuelmemelo!.... eso es mio.
- Con esto podre cultivarme en el camino del guerrero jaguar.
Los jóvenes sonreían malisiosamente. En eso, uno de ellos recibió un golpe en la cabeza, con una mazorca y el resto también.
- ¡Déjenlo en paz!
- Tú... ¿quién eres?
- Liberenlo ahora o... llamare a alguien.
- Niñita, será mejor que regreses a casa.
Los jóvenes rieron y confrontaron a la joven, vieron que también tenía un brazalete de aceptación, cuando lograron atraparla, se lo arrebataron.
- Solo nos queda quitarle a otro brazalete a un escuincle como ustedes para que nosotros podamos irnos al Telkal'i. ¡Parece que los dioses se están divirtiendo al elegirlos a ustedes!
Los joves reian, miestras Atl y la joven trataban de desatarse.
- ¡Dejanos ir ahora!
- ¡Nada de eso, aquí se quedaran hasta que la ceremonia termine! Estonces nosotros buscaremos a un maestro que nos guie.
- ¡Ustedes no tienen una alma espiritual! Los maestros lo sabran en el primer momento en que los vean.
- Solo hace falta esto y con el no importa, si tienes o no, un alma espiritual.
- Yo no estaría tan seguro. –una voz mayor irrumpio el lugar.
- ¿Quién es usted?
El hombre solo le basto hacer un movimiento con sus manos para desatar a Atl y a la joven, y para atar de pies y manos a los chicos que les causaron problemas.
- Maestro, estos chicos... nos han cuasado problemas, ellos querían tomar nuestros brazaletes para entrar a al Telkal'i.
- Tranquilo lo he visto todo.
- ¡Gran maestro liberenos por favor! ¡Esto es un mal entendido!
- Joven princesa, ¿se encuentra bien?
- Pri... prin... ¿Princesa? –repitieron sorprendidos.
- ¡Oh gran princesa!... perdonenos...
Los jóvenes se inclinaron ante ella.
- ¿Eres la princesa?
Atl pregunto sorprendido y ella le respondio con una sonrisa en su rostro.
- Ustedes jóvenes, han cuasado problemas ¿Cómo responden a sus consecuencias? –cuestiono con su autoridad.
- ¡Perdone a estos tontos! Gran maestro ¡no lo volveros a hacer!, hemos sufrido el mal camino del urto, por favor ¡perdonde nuestras acciones!
- ¡Tomen!... esto les pertenece.
- ¡Gracias maestro!... por ayudarnos con estos chicos.
- Ahora veremos que hacemos con ustedes.
Atl y la joven salieron de aquel lugar.
- Olvide agradecerte por intentar salvarme.
- Al final no funciono del todo.
- Perdona el atrevimiento pero ¿Cuál es tu nombre?
- Me llamo Itzel. –dijo sonriendo.
- ¡Tu padre es el gran gobernador! ¿Qué se siente ser una princesa?
- En realidad yo... no creo que....
- ¡Joven princesa, la hemos buscado donde se encontraba! ¿Quién es el?
- Es solo un amigo, no tienen por que preocuparse.
- El gran gobernante pide verla para felicitarla.
- Me tengo que ir, pero pronto nos veremos.
La joven princesa fue llevada por los sirvientes de su padre.
- Maestro... ¿Qué le sucederá a esos jóvenes?
- Los llevare a al K'alpuli, ahí permanecerán hasta que aprendan a ser unos buenos cuidadanos, jóvenes rebeldes como ellos requieren de disciplina y ahí la tendrán que aprender.
- Siento pena por ellos.
- ¿Aun sientes pena por ellos despues de lo te hicieron? Parece que eres un buen muchacho lo suficiente para ser engañado por otros.
- Mi padre me he enseñado que no debo guardar malos sentimientos hacia las personas en mi corazón. –dijo orgulloso.
- ¿Quien es tu padre? Parece una buena persona.
- El es... es solo un simple comerciente de figuras de barro, maestro.
- Bien, espero conocerlo un dia.
- Maestro... tengo que retirarme tengo que volver a casa.
- ¡Esta bien!... Buscame cuando estes en el Telkal'i.
- ¿Como me debo referir a usted maestro?
- Mi nombre es Ik'an, maestro del espíritu del agua.
- Estare honrrado de recibir sus enseñanzas, maestro Ik'an.
- Te veo pronto en el Telkal'i.
- Hasta luego, gran maestro.
Atl regreso a su casa con una sonria en el rostro.
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Maestros del Espíritu [TERMINADA]
FantasyDesde que era pequeño Atl siempre a querido convertirse en un ¡Maestro del Espíritu! Por lo que asiste a la ceremonia de selección de ¡Los Elegidos! Dónde se convertirá en un joven aprendiz del Maestro Ik'an. En el Telkal'i conoce a otros seis apren...