Maestros del Espíritu [TERMINADA]

capitulo 10

El sonido de los tambores inició el día. Atl cayo de su cama por el fuerte sonido, tan pronto Kin lo miro se burló de él. Atl le lanzo una pañoleta.

─ ¿Por qué nos despiertan a esta hora?

─ Supongo que pronto iniciara la ceremonia.

Sonó una trompeta que aturdió a los jóvenes que aún seguían dormidos. En eso un Guerrero Jaguar entro a anunciar hacia donde tenían que ir, Atl se colocó los zapatos y siguió a Kin quien parecía saber la dirección.

Vio a varios de jóvenes aprendices, que tomaban asiento, también miro a los Maestros del Espíritu y a los Guerreros Jaguar que custodiaban los muros.

Tomo asiento junto a Kin quien comía a escondidas unas golosinas.

El ritmo de los tambores hacían que su pulso se acelerara, sus manos temblaron de emoción al ver como los Maestros del Espíritu lanzaban su poder espiritual hacia el cielo, dando comienzo a la ceremonia.

─ Para convertirse en un maestro del espíritu... ¡No basta con tener un alma espiritual! Es más importante el corazón de quienes lo portan.

Atl toco su collar de jade y noto que su corazón se latía velozmente.

─ Un maestro del espíritu debe seguir las enseñanzas de nuestros antiguos y primeros maestros, ¡Hombres llenos de sabiduría! Que se unieron para encontrar el destino de la humanidad y encontraron en el sitio de los dioses y abrieron la dimensión celestial.

─ Fueron los Cuatro Hermanos Gemelos. Creadores de las artes del espíritu, con el don que los dioses les otorgaron... Decidieron compartir sus enseñanzas, y hoy sus rostros yacen en la cuidad de Ut'lan, ahí están nuestros maestros de los cuatro rumbos del universo.

Continuaron contando aquella historia de los grandes maestros quienes les enseñaron todas las cosas, así como ellos hoy se las enseñan a otros.

─ Ustedes se convertirán en ¡Maestros del Espíritu! No para que busquen gloria a través de ello, sino para que se consagren en las enseñanzas y las compartan de generación en generación. ¡No cometan los errores de los innombrables hermanos de fuego! Ellos serán castigados por los dioses por trasgredir sus enseñanzas.

Atl estaba atento a cada palabra, volteo a ver a Kin quien seguía comendo a escondidas, Atl meneo la cabeza con desaprobación. Cuando los maestros terminaron de hablar, volvieron los tambores a cobrar vida.

─ ¿A dónde vamos ahora? ─ ¡Creo que es hora del combate!
Atl trago saliva, se sorprendió al ver que Itzel y Kin no estaban nerviosos.

─ ¿Juego de Pelota? –dijo al ver la explanada.

─ Si. Parece es eso.

─ El combate será un Juego de Pelota, ¿Qué pasa si no ganamos el juego?

─ Es evidente que nos quedaremos aquí a ser un Sacerdote para siempre.

─ ¡Yo no quiero ser un Sacerdote! –exclamo Atl.

─ No crees que es divertido.

─ Un Sacerdote tiene que escribir libros. No quiero hacer eso toda mmi vida.

─ Sería una buena forma de pasar el tiempo libre.

─ Si claro. No tendrás tiempo ni de comer.

─ ¿Que? ¡No hay tiempo para la comida¡

─ ¿Acaso no viste la sala de libros el otro día?

─ No. Aquel día estaba buscando algo de comer.

─ Si hubieses visto la gigantesca torre de libros no estarías diciendo que quisieras convertirte en un sacerdote.

Los maestros indicaron a los jóvenes las reglas que deberían seguir. Aquellos ganaran serían elegidos o por un maestro, quienes los llevarían a competir en la batalla  del K'alme'Kat que se encuentra en la Nación de Fuego.

El Juego de Pelota se dividió en dos equipos. Las mujeres y los hombres jugaban por separado.

Las mujeres lo hacían durante el día. Los hombres lo hacían al caer la noche. Según la tradición así era antes y así seguirá siendo ahora.

Comenzaron las mujeres. Itzel era bastante buena aunque fallaba a la hora de meter la pelota en el círculo. El equipo contrario obtuvo varios puntos, Atl se preguntaba como aquella pelota podía entrar en el pequeño círculo de la pared.

Ya había pasado el tiempo, y era medio día, las mujeres aún continuaban jugando. Atl ponía atención en los movimientos que hacían él nunca había jugado aquel deporte y estaba angustiado de que pudiera perder.

Un punto a favor para el equipo de Itzel que logro meter la pelota en el círculo haciendo que su equipo se recuperara ya que iban en desventaja.

El reloj del sol estaba a punto de marcar el atardecer.

El equipo de Itzel logro ganar.

Todos aplaudieron y dieron gritos de alegría para las ganadoras, y consuelo para las que habían perdido el juego y les pintaron sus rostros indicando que se convertirían en sirvientas y protectoras de los señoríos, algunas mostraron su descontento con el resultado pero no podían hacer nada ya que al ser el juego que inventaron los primeros maestros para poder tener un guía espiritual, lo tomaron con aceptación.

Atl felicito a Itzel por haber conseguido ganar el juego.

─ ¿Qué tal el juego?... ¿Estuvo difícil? –le pregunto Atl preocupado.

─ Algo así, pero sé que lo lograras, tienes la energía para hacerlo. Sé que lo lograras, confía en ti.

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¡Hola lectores!
Los siguientes capítulos serán publicados cada domingo, este capítulo de hoy es un extra, espero lo hayan disfrutado como yo lo hago también.

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