Capítulo 8

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Atl se fue a la habitación de los jóvenes. Varios de ellos ya tenían su cama elegida y preparada. Miro una cama vacía y ahí se estableció. Al lado de él estaba un joven durmiendo, con un rostro despreocupado por lo que pasaba a su alrededor.

─ ¡Hola!

Unos ojos saltones lo miraron fijamente.

─ ¿Hola?

─ ¿Cuál es tu nombre?.... Ah ya veo te llamas ¿Atl?

─ ¿Cómo lo supiste?

─ Está inscrito en tu collar de jade.

─ ¡Eso es lo que dice!

─ Si. ¡Qué raro! ¿Por qué usas el lenguaje de las naciones del norte? ¿Dónde lo conseguiste?

─ No lo sé, me lo dio mi padre quizás lo intercambio por sus figuras. Es un...

─ ¿Figuras? ¿A qué se dedica tu padre?

─ Él es un comerciante.

─ Ahora lo entiendo.

─ A todo esto ¿Cuál es tu nombre?

─ Kin de Xit'Xat, hijo de un Maestro del Espíritu.

─ Tu padre... ¿Es un Maestro del Espíritu?

─ Si, ¿Qué tiene de extraño? Todos aquí son hijos de un maestro espiritual.

─ ¿Quién de los Maestros del Espíritu es tu padre?

─ El Maestro Ik'an. ¡Maestro del Agua!

─ ¡El Maestro Ik'an es tu padre!

─ Si. ¿Lo conoces?

─ Si. El Maestro Ik'an me ayudo cuando estuve en problemas. Es una buena persona.

─ ¿En serio?... ¿Qué tipo de problemas?

─ El otro día...

Atl le conto todo lo que le había sucedido. Kin escucho atento.

─ Mi padre siempre trata de ser una buena persona, que lastima que conmigo él no se comporte de tal manera.

─ ¿Por qué lo dices?

─ Es solo que... Él quiere que sea un Gran Maestro del Espíritu. Ese él es único interés que conozco de el sobre mí. Pero yo... Yo quiero encontrar mi propio destino y no creo que ser un Maestro del Espíritu sea ese destino.

─ Entonces... ¿Qué prefieres?

─ Bueno, no lo sé... Me gustaría conocer que hay más allá de las fronteras. ¿Alguna vez has salido de la nación del agua? ¿Crees que sea diferente a la nuestra?

─ Claro. Mi padre es un comerciante. Recorremos las naciones durante las temporadas de celebración.

─ ¿En serio?... ¿Cómo es más allá de la frontera?

El joven Kin quedaba sorprendido por aquellos lugares maravillosos que Atl le describía. Sonreía cuando le contaba lo que sucedía en cada nación durante las fiestas de año.

─ Entonces... ¿No has ido a la nación de fuego?

─ No. Mi padre dice que no mucha gente suele ir hasta allá. Está prohibido el paso a personas que no tengan una orden de los Cuatro Hermanos.

─ Mi padre me ha contado que la gran ciudad de los maestros del espíritu se encuentra en esa nación, pero que después de que fue tomada por los Cuatro Hermanos de Fuego fue tomada por ellos y ahora esta resguardada. –dijo bajando la voz.

─ He oído algo eso.

─ Mi padre me conto que cuando el Gran Señor del Caldero envejeció, sus hijos planearon asesinarlo y así lo hicieron. Destruyeron la ciudad.

─ Pero... ¿Qué acaso el señor del caldera no era un buen padre? Todos hablan de sus buenas hazañas.

─ Sí, pero ellos querían ser los Gobernantes Supremos de todas las Siete Naciones. Solo la Nación del Agua y la Nación del Mar pudo resistirse a su rebelión.

─ Me padre me conto que ellos no quieren que existan nuevos Maestros del Espíritu, por eso controlan las ciudades del norte y sus Telkal'i.

─ ¿Eso es cierto? Pero... ¿Por qué tu padre lo sabe?

Un Guerrero Jaguar entro y advirtió a los jóvenes que debían dormir. Apagaron las luces de las antorchas y las velas. Todos durmieron con el cantar de los grillos.

A la mañana siguiente cuatro Maestros del Espíritu reunieron a todos los jóvenes en la plaza.

─ ¡Para conocer su energía deben aprender los cuatro sonidos del alma!

Maestros del Espíritu [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora