Maestros del Espíritu [TERMINADA]

capitulo 14

─Llevamos caminando mucho tiempo ¿A dónde nos llevan?

─ Nos dirigimos a el templo lunar.

─ ¿Para qué? 

─ Debemos purificarnos.

─ ¿Por qué?

─ No lo sé, es una costumbre de las naciones.

─ Me duelen los pies. Espero que haya comida cuando lleguemos.

─ No comerán hasta que caiga la luna. –respondió el Maestro Ik'an.

─ ¿Que? ¡No habrá comida¡

Kin se detuvo y reviso su bolso.

─ No encontraras nada, confisque todas tus golosinas.

Llegaron al templo lunar, desde ahí se podía ver la gran ciudad de Tik'bal.

─ ¿Por qué hemos venido hasta aquí?

─ Es tiempo de comenzar las oraciones a los dioses.

Tomaron asiento frente a la llama, colocándose en un círculo.

Saludaron a la señora de la luna, mencionaron unas palabras suaves.

─ A partir de ahora, deberán permanecer despiertos toda la noche.

─ ¿Cuándo comeremos?

─ Ya he dicho que no habrá comida.

─ De haberlo sabido... Hubiese comido más.

─ Deben neutralizar su espíritu, las oraciones les ayudaran, si tienen algún alma resentida.

El Maestro Ik'an lanzo al fuego sabia de árbol que desprendió un aroma muy fuerte, el humo hacia que sus ojos lloraran.

Repetían cada palabra que decía el Maestro Ik'an.

El sonido de un coyote les hizo retomar la concentración.

─ ¡Deben mantenerse despiertos o serán castigados!

El maestro continuaba recitando las oraciones a los dioses y señores de los cuatro rumbos del universo.

La luz de la luna entro por uno de los orificios del templo alumbrando con su luz azul aquel lugar, la noche había caído.

─ ¡Ustedes dos despierten!

─ ¿Qué paso?

─ ¡Fallaron a la prueba!

─ ¿Qué ya es de día?

─ ¡Diríjanse al patio norte, para recibir su castigo!

─ Maestro.... Por favor perdone nuestro error.

─ ¡De ninguna manera!

Atl y Kin fueron llevados a el patio norte, ahí recibieron su castigo por el error que cometieron, el Maestro Ik'an les lanzo espinas en brazos y piernas que no les permitió moverse, el dolor que sentían era como si las hormigas se comieran su piel, Atl trataba de soportar el dolor, Kin dejaba escapar gritos.

─ ¡Aprendan a soportar el dolor, no sufrirán más de él!

─ Maestro perdone nuestro error, suplico volver al templo lunar.

─ ¡De ninguna manera!

Permanecieron inmóviles soportando el dolor durante varias horas, hasta que el Maestro Ik'an los libero del castigo.

─ ¡Vayan a tomar un baño! Los esperare en el patio del este... para iniciar con el combate y enfrentar para probar su fuerza.

─ ¿Volveremos a combatir? Pero que no....