Gaara es un estudiante de universidad algo reservado, casi siempre pasa desapercibido; gracias a esto se convertirá en el blanco fácil de dos jóvenes los cuales le harán pasar un mal rato jugándole sucio... Esto se trata de una apuesta entre Lee, Ne...
Gaara abrió los ojos al medio día, aunque sus ojos aún pesaban tuvo la fuerza suficiente para levantarse, caminó a rastras llegando al baño. Su reflejo en el espejo era un desastre, sus cabellos rojizos estaban desordenados por todos lados, sus labios agrietados y sus ojos cansados.
-- Demonios, la universidad -- abrió la llave dejando caer el agua sobre sus manos llevándola a su cara para refrescarse un poco. A veces le gustaba hablar consigo mismo, nadie más estaba ahí para oírlo, era tranquilizador de cierta forma -- Lee... Dijiste que me darías tus fuerzas cuando las necesitara ¿Por qué me siento dan débil? -- volvió a mirar su reflejo, de su cara escurrian gotas de agua que caían sobre el lavabo de mármol provocando un sonido leve -- Que demonios está pasando --.
Su mirada volvió a iluminarse al imaginar que Lee habría escrito en su chat con preocupación por no asistir temprano ¡Eso significaría que le preocupaba! Corrió hacía su habitación de vuelta tomando su celular de la pequeña cómoda al lado de su cama.
Su bandeja estaba vacía... ¿Debería estar triste o decepcionado? Lee podría estar ocupado, aunque lo tuviera en cuenta no dejaba de ser decepcionante.
Llegaría tarde, quizá demasiado. Bien sabía que la universidad no era guardería, ahí puedes faltar sin problemas, entrar a tus clases si quieres, hacer lo que se te venga en gana, el problema viene al final.
Sin embargo no faltaría el resto del día, siempre se caracterizó por ser puntual, organizado y ejemplar, no iba a dejar de lado su futuro por una tristeza pasajera.
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En cuanto llegó fue el centro de atención, algunas personas lo miraban y otras reían ¿Qué pasaba? Siguió caminando con discreción hasta llegar a su casillero y ahí encontrar una nota. La letra era mediana, muy desorganizada para su gusto.
