lxviii.

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       Por más que Suzuka había incentivado a Riho para hablar, la chica parecía tan reacia al tema como antes.

       La pelinegra creía que, de alguna forma, Riho estaba esperando a que el tema fuera olvidado para no hablar de nada, y volver a como era todo antes.

       Aunque sabía que eso no pasaría.

       Por su lado, Yui parecía más decepcionada por cada vez que Riho intentaba hablarle como si nada hubiera ocurrido, hasta terminar con la cabeza gacha, la vista en su regazo y respondiendo con gestos.

       Con la actitud de la chica en la silla, Riho se había rendido, y ya ni se molestaba en mirar a Suzuka cada vez que le insistía en que vaya a hablar con ella.

       Viendo que aquellas dos no funcionaban, Moa y Suzuka decidieron moverse por ellas.

       La chica muda había conseguido permiso para ir a la piscina, especialmente porque iría Yui, ya que era especial para personas como ella, aunque tenía una parte más baja, era casi toda profunda.

       Al principio, Yui se había negado, pero Moa no iba a desistir, así que ambas terminaron yendo con Koba para que las ayudara a meter a Yui al agua, ya que ninguna sabía manejar el arnés o la especia de grúa manual que tenían que levantarla.

       No habían empacado ningún traje de baño, pero tenían ropa interior de sobra.

       — Les recomiendo que entren con la ropa, se la quiten antes de entrar al agua y la dejen a un lado, así nadie las verá andando en ropa interior por los pasillos. —Habló el moreno, mientras abría las puertas para entrar al lugar.— Por ese lado están los cambiadores, junto con el baño, por si quieren ducharse después. —Señaló una puerta al fondo, antes de correr la que accedía a la piscina.— Les traeré unas toallas. —Anunció dándoles paso a las dos.

       Yui pidió ayuda para pasar sobre el borde de la puerta, ambas se quedaron viendo el lugar sin hacer nada más, hasta que Koba regresó, con un par de toallas en las manos, cerrando la puerta detrás de sí.

       — ¿Quieren meterse con ropa? —Preguntó, al ver a ambas vestidas.— Ya, no tengan vergüenza, soy inmune, estoy acostumbrado. —Añadió, al ver que ambas tenían las mejillas rojizas — Mikiko siempre anda en ropa interior en el cuarto. —Se encogió de hombros.— Creo que es una especie de exhibicionista...

       Las dos chicas se dedicaron una mirada extraña por lo que acababa de decir el mayor.

       Lentamente, Moa se quitó su ropa para quedar solo en calzón y sostén, luego, miró hacia Yui, quien sólo se había quitado su buzo y su remera, mientras se desataba los cordones, y por un momento se sintió mala amiga por no ayudarla.

       Se acercó a ella, señalando sus pantalones, Yui rió un poco al verla avergonzada.

       — Tranquila, te ayudaré. —Interrumpió el moreno, y Moa se sintió aliviada.

       Koba le quito las zapatillas y las medias, y Yui se levantó con los brazos para dejar que Moa bajara sus pantalones.

       Moa no pudo evitar sentirse un poco mal, pensando que su amiga debía hacer eso todos los días.

       Moa también pensaba que su amiga debía estar tan acostumbrada a eso que no podía imaginar hacer cosas de otra manera.

       Ya en ropa interior, Koba pasó el arnés, asegurándola, antes de acercar un poco mas la silla hacia la piscina, para luego ir hacia la grúa, llevándola cerca de ella, enganchando el arnés, levantando a Yui sin mucho esfuerzo y dejándola en el agua.

       Yui se quitó el arnés por sí misma, flotando en la parte más baja de la piscina y lo dejó a un lado para cuando lo necesite de nuevo.

       Moa miró todo con ojos atentos, bastante fascinada.

       Koba rió por la expresión de la chica muda.

       — Cuando quieras salir, dile a Moa que me busque, o a algún otro de los organizadores. —Habló Koba, antes de correr la puerta para salir.— Oh, y no le cuenten a nadie que les dije que Mikiko anda en calzones.



mute. sumoa ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora