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Mikiko frenó de golpe, marcando las ruedas de su camioneta en el pavimento.
Apenas el vehículo se detuvo, colocó rápidamente el freno de mano y abrió la puerta, para correr hacia el frente de la camioneta, donde una temblorosa Moa se abrazaba a sí misma, aún a mitad de la calle.
La mayor la abrazó con fuerza, apretándola contra sí, acomodando la cabeza de la chica entre su hombro y cuello para dejarla llorar.
Sentía su corazón latiendo a mil, asustado por lo que podía pasar.
Pensó su corazón latiendo a mil, asustada por lo que podría pasar.
Pensó en decirle todas las cosas que le cruzaron por la mente, en todas los castigos y palabras bruscas que podría dedicarle por cruzar la calle de esa manera, añadiendo todo lo que podría haber pasado después si la atropellaban.
Pero sabía que ese tipo de cosas no era correcto decirlas, y menos teniendo a Moa tan sensible, sólo empeoraría.
— Vamos, Moa-Chan, te llevo a casa. —Habló con tranquilidad, a pesar de que su corazón latía desenfrenado.
Sintió la chica negar, y como se apartaba un poco, terminando en soltar el abrazo, Mikiko bajó la vista hacia los antebrazos que Moa le mostraba, con la piel enrojecida por los rasguños, y dónde estos habían insistido más, habían cortado la piel y sangraban.
— Oh, Moa, tranquila. —La calmó con una sonrisa, acariciando su cabeza con cariño.— Vamos, subamos al auto que te curo.
Mikiko guió a Moa hasta la camioneta, y sentada en el asiento del copiloto, tomando el botiquín del auto, limpió primero con agua, luego dejó algodones con agua oxigenada, dio unas vueltas con vendas antes de asegurar todo con cinta hipoalergénica, todo sin dejar de hablarle de forma tranquila, con una sonrisa, cosa que logró reconfortar a Moa un poco.
Una vez listo el vendaje, Mikiko subió al auto, ofreció su celular a Moa, preguntado si recordaba el número de su madre, el cual la muda marcó sin ningún problema.
La mayor habló con tranquilidad y con una sonrisa, a pesar de que Moa pudo escuchar el tono histérico de su madre desde donde estaba, al finalizar la llamada, Mikiko dejó el teléfono en la guantera, quitando el freno de mano, le habló de nuevo.
— Te llevaré a casa, tu madre me dijo que tenías una visita.
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mute. sumoa ♡
Fanfic¿Cómo le dices a alguien que la amas si ni siquiera puedes hablar? adaptación autorizada;; la historia original pertenece a @Junchi95