Ya pasó una semana desde el beso… A Ian le debió de haberle afectado mucho lo ocurrido ya que está algo distante. Sé que tengo otros amigos, pero echo de menos sus tonterías y su eterna sonrisa. ¿No será por el casi beso que me iba a dar antes de la interrupción de ella? ¿En qué estaría pensando? ¿Sentirá algo por mí? No sé cómo me sentiría al respecto si fuera cierto… ¡Claro que es cierto! ¿Porque sino te querría besar? En cambio ella sigue como siempre. Viene cuando le da la real gana a clase y cuando lo hace, solo se dedica a molestarme. Lo peor es que ahora me molesta con algo que realmente me afecta. No dejo de sonrojarme y sin siquiera darme cuenta, me muerdo el labio, recordándolo con todo lujo de detalle. Ni siquiera puedo ver una piruleta sin pensar en ello. Sigo sin creer que me haya robado mi primer beso… Además. Hay algo que me preocupa de ese día. ¿Shawna de verdad me miró las manos o era cosa mía? Eso sería un gran problema si hubiera visto algo diferente. Como algo que no es normal. Eso es imposible. Nadie es capaz de verlo… Ya pensaré en ello luego. En todo caso, volviendo con lo de Ian, creo que hablaré con él. Mañana vuelve a ser viernes y lo aprovecharé al máximo, si es que todavía quiere venir a mi casa como hace siempre.
Por fin sonó el timbre. Hora del almuerzo. Necesitaba encontrar a Ian. No podía pasar otro minuto más sin tener noticias suyas. No recuerdo ningún momento en estos tres años que somos uña y carne que estuviéramos tan distanciados como lo estamos ahora y me mata solo el pensarlo.
Caminé a paso rápido, casi corriendo, hasta las gradas donde sé que estaba siempre a esta hora, pero una vez ahí, no lo encontré por ninguna parte. Tendrás que preguntar… ¡Agh!
-Per… perdona. Has vi… visto a Ian?- es increíble cuanto tartamudeo al hablar con alguien que no fuera Ian o mi familia… o Shawna. ¡Céntrate! El chico al que le pregunté no respondió, por lo que levanté la vista y pude ver que ni me había oído ni visto. ¡Como odio esto! –¡Perdona!
-Oye David. Esa tía te está hablando.- Le dijo otro chico que estaba cerca y le dio un pescozón al tal David y dijo –Vaya imbécil eres. Esta monada aquí hablándote y tu ni te enteras.
Yo no sabía donde meterme. Porque no me metería debajo de las gradas a esperarle! Me estaba sonrojando por momentos.
-No no. Só… sólo estoy bus… buscando a I… Ian.- Seguí tartamudeando como una tonta.
-No tienes que tartamudear, monada. Lo que sea que quieras de Ian, te lo puedo ofrecer yo también.
Esta vez no me había dado cuenta de como mis manos se fueron calentando hasta límites insospechados, pero lo notaba ahora. Ya no era solo calor. Podía ver como se iluminaban con una luz violeta debajo mis mangas, pues tenía las manos en escondidas. Comencé a preocuparme aunque sabía que nadie más lo podía ver. Nada bueno pasaba cuando estaban tan calientes. De verdad tengo que controlarme.
-Dudo que puedas, Miguel. Los dos sabemos que no.
Yo conocía esa voz. Por favor que no sea cierto. Lentamente me di la vuelta y ahí estaba Shawna. Debió haber presenciado la escena y acudido como superman con sus mallas, o en este caso, superwoman. Que ironía.
Todos los chicos que estaban ahí, incluido David comenzaron a aullar de la risa, dándose codazos unos a otros y riéndose mientras Miguel miraba con enfado a Shawna. Ella ni cuenta se dio de la mirada molesta que le echaba. Sus ojos estaban clavados en las mangas de mi sudadera, por la cual salía la luz cada vez más intensa. No debería ser posible que ella lo viera. ¡Vaya problema! Eché un vistazo hacia abajo y me hacía daño en los ojos de tan intenso que era la luz, pero nadie se inmutaba, como si nada extraño ocurriera a parte de la humillación que estaba pasando el objeto de las burlas. Solo yo… Y Shawna.
-No te metas Shawna. Esto no te va ni te viene. Además… Disfrutaste y lo sabes.- No tardaron mucho los presentes en formar un coro y reír como locos al escuchar lo que dijo Miguel. Yo solo quería hablar con Ian. ¿Porqué me pasaba esto constantemente?
-Oh, vamos Miguel. No me enfades si no quieres que se sepa tu secretito.- Dijo Shawna con una sonrisa malvada. Toda ella era seguridad y confianza, hasta que por un segundo sus ojos se dirigieron hacia mis manos y se le formó una pequeña arruga en el entrecejo.- Porque si tanto te empeñas. Bien fácil podría decir…
-Callate!- Lo interrumpió desquiciado y Shawna se rió con malicia, mientras los presentes murmuraban todo tipo de teorías. Intenté cerrarme a todo, pero me fue imposible. Ojalá tuviera mis auriculares aquí.
De repente noté como alguien me cogía de la manga y me arrastraba lejos de ahí, por lo que abrí los ojos preocupada. No sabía ni siquiera que los había cerrado. Tuve que ajustar el paso al de mi captor para no caerme de bruces.
-Vámonos de aquí antes de que se nos contagie la estupidez de esos imbéciles.
- …
No tenía respuesta alguna para eso. Aún estaba preocupada por la luz que emanaba de mis manos. Estaban comenzando a arderme y no podía concentrarme en nada más. No sabía donde estábamos exactamente cuando al fin nos detuvimos. Solo que entramos en el edificio norte y pasamos de un pasillo a otro sin parar hasta que ya no teníamos a donde ir mas que dar la vuelta.
Shawna se dio la vuelta y me miró con cara de preocupación, pero no dijo una palabra. Muy dentro de mí, pensaba que eso era realmente extraño ya que solía parecer muy segura, pero no conseguía centrarme. Solo era capaz de pensar una cosa una y otra vez. Inspira y expira. Inspira y expira. Inspira y expira…
-Muy bien Chloe. Inspira y expira.
-¿Cómo…? – No terminé la frase en voz alta pero no podía dejarlo en el aire. ¿Cómo… demonios sabes lo que pienso? O lo que es peor. ¿Puedes ver la luz?
-No te preocupes por eso ahora Chloe. Tranquilízate primero o tendré que hacerlo por las malas. Después hablaremos si hace falta.
Pasaron unos minutos hasta que se me estaba despejando la cabeza y las manos me dejaron de arder. Fue entonces cuando realmente me fijé en ella. En todo el tiempo que tardé, no dijo ni una palabra, pero sus ojos viajaban de mi cara a mis manos frenéticamente. Cuando al fin estaba completamente serena, ella debió verlo porque sus hombros, que estaban en tensión, se relajaron notoriamente.
Por un momento pude realmente mirarla. Sus ojos eran prácticamente los más bonitos que he visto en toda mi vida y solo conseguían que su belleza fuera aún más perfecta. Por un momento me sentí algo celosa de ella, pero la vergüenza sobrepasaba sobremanera todo mi ser al sentirme deslumbrada y atraída hacia ella. Estábamos muy cerca la una de la otra y a cada instante se cerraba centímetro a centímetro lo que quedaba. Era hipnótico ver como con cada pestañeo vislumbraba algo distinto en ese bosque tan denso que se escondía en sus ojos. Tan cerca. Quiero más cerca. Por favor… Y de repente “Clic”. Se acabó el embrujo. No podía creer lo que estaba a punto de hacer. ¡¡¡Nooooo!!!
-Veo que ya estás más tranquila. O al menos, algo parecido. –Dijo con una sonrisa aún sin apartarse un milímetro.
-No juegues conmigo, Shawna.
-Ni siquiera sabes lo que es jugar. Si quisiera jugar… -Dejó la frase en el aire y yo me sonrojé profundamente. No quería bajar la mirada, pero todo mi cuerpo me lo pedía a gritos. La vergüenza me estaba carcomiendo. -Además… Si no fuera por mí, ya serías el juguete de otro.
-Qué ju… -Todo me vino de golpe a la cabeza. Estaba buscando a Ian y esos imbéciles… ¡Mis manos! Shawna estaba asintiendo como si dijera en voz alta lo que estaba pensando. ¿Es que era adivina?
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Siento la tardanza chic@s. Estaba totalmente en blanco y no podía seguir y luego simplemente me olvidé. Si es que mi memoria...
Pd: una fotito de como serían los ojos de Shawna :)
Mil besos mis amores,
Selain
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Shh...
FantasyChloe siempre creyó que era todo menos especial. Nada que la destacara por encima del resto, sin contar con su buen expediente académico. No tenía muchos amigos ni llamaba la atención. Un ser invisible, aunque pensara que estaba un poco loca, o al m...