Shh...

Lo ignoro o lo tiro del tejado?

No me decido. Lo ignoro y sigo disfrutando de la noche o me enfado y lo tiro del tejado? Me decido por la primera opción. No me apetece lidiar ahora con un muerto en mi jardín. Como si tú fueras capaz de matar a alguien. Ja! También la ignoro a ella. Estoy harta de tener que estar escuchando a alguien en mi cabeza. Me reclino más contra Ezra y vuelvo a inspirar profundamente. Su fragancia envolviéndome por completo.

-Ya no te enfadas?

-Quieres que me enfade? –Pregunto confusa y me giro para ver su cara, pero me agarra más fuerte por lo que no puedo moverme mucho. Siento su respiración en mi oreja y me hace cosquillas. Intento girarme de nuevo, pero obtengo el mismo resultado, solo que esta vez besa mi lóbulo y me dice que no en un susurro.

-Entonces qué quieres, Ezra? Parece que solo te dedicas a provocarme.

-Solo quiero...

-Qué? Qué quieres? –Pero se mantiene en silencio. Es frustrante. Quiero ver su rostro, pero tal como me esperaba, no me deja. Aargh. Tan solo quita sus manos de nuestro alrededor. Así. Y como por arte de magia, la presión en sus brazos disminuye y me libro de él. Lo hiciste tú? Pero no hay respuesta. Lo dejo para más tarde. Una persona a la vez. Miro de frente a Ezra y luce sorprendido. Bien. –Dímelo!

-No querías saber de Shawna?

-Cierto. Dónde está?

-Dónde tú acabas de estar.

-Oh! Pues no la vi. –Aunque no estaba muy por la labor de mirar a mi alrededor en esa tormenta. Estaba fuera de mí.

-No allí contigo, pero sí en ese lugar.

-No entiendo.

-Chloe... Ese lugar es de una extensión infinita. Es como otro mundo y al mismo tiempo tiene más mundos dentro.

-Eso es muy confuso, Ezra. –Él suspira y me mira exasperado.

-En verdad no recuerdas nada, no? –Ya es la enésima vez que me dice algo de recordar. Qué es lo que tengo que recordar? Yo tan solo lo miro para que siga hablando. No va ayudar en nada discutir. –Shawna no te explicó nada? –Niego con la cabeza y sigo en espera para que hable. –Siempre hace lo mismo. Odio hacer esto y lo sabe.

Se levanta y extiende la mano como diciendo que se la cogiera. No lo dudo y se la cojo encantada. Su mano es fuerte y cálida, aunque sorprendentemente suave al tacto. Cierro los ojos momentáneamente, disfrutando. No me podía creer lo que veía al abrir los ojos. La noche nos envolvía de una manera muy agradable y todo era absolutamente perfecto. Cada vez más alto en el cielo, encima de mi casa. Debía de estar sonriendo como una tonta, pero no me importaba, ya que él también parecía estar disfrutándolo. Alumbraba todo a nuestro alrededor con la alegría que salía de cada poro de su piel. Ezra es realmente atractivo. La felicidad no hace más que mejorar su ya buen aspecto.

-Bien, amor. Empecemos con la lección.

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Ya sé, ya sé! Muy corto. Pero tenía algo de tiempo libre y lo aproveché, pero al parecer no era suficiente. El próximo se hará más largo.

Mil besos mis amores,

Selain