Shh...

Mejor malo conocido que bueno por conocer

No me pareció buena idea en su momento, pero hay que admitir que ahora ya no opino lo mismo. Puede que el tequila influyera un poquito, mas eso eran detalles menores. Hace ya más o menos una hora y media botella que llegamos a casa, donde Ian pacientemente nos estaba esperando en el porche para poder entrar. Al principio no le hizo mucha gracia todo el asunto del tequila night, pero después de unas cervezas, ya estaba más achispado y más predispuesto.

-¿Tengo bien la gomina del pelo? –Dijo Ian intentando mirarse el flequillo, algo imposible, ya que no podía vérselo de ninguna manera y se retorcía como un renacuajo. Yo que también estaba algo afectada, me partí de risa.

-Deja de retorcerte, imbécil. A menos que te arranques los pelos, no vas a verlo sin un espejo.

-No seas mala, Shawna. El tequila le afectó de más. –Dije con la lengua floja, algo que también mereció una carcajada. No era capaz de parar de reir.

-Es increíble como el tequila solo lo hace más estúpido de lo que ya es.

-No le llames estúpido. Ahora que somos los súper amigos, tienes que tratarlo bien.

-Que buena chica eres. Pero ahora en serio… ¿Tengo el pelo bien? ¿Tú me ves guapo, Chloe?

-Aaargh. ¡Mátame camión!

-No te pregunté a ti, Shawna, sino a Chloe. ¿O no me escuchaste nombrarla? ¡Chloe! Tú me quieres, ¿verdad?

-Claro que sí, tonto. Eres el chico más guapo que conozco. Además… ¿Cómo no te iba a querer, si eres mi mejor amigo?

Al instante, Ian dejó de mirarme para dejar caer su cabeza súbitamente para denotar una postura de profunda tristeza y decepción. Shawna no podía dejar de reírse.

-Vaya puñalada en el corazón, súper amigo. Tienes que admitir que te lo esperabas.

Ian solo podía soltar un suspiro. No sabía muy bien sobre que iba todo esto, pero no le di mucha importancia. Serían cosas del alcohol. ¿No? ¿No será que Ian quería decirte algo con esto? Oh, cállate, estúpida voz. No puedo pensar ahora mismo. Aun así noté como me estaba calentando. Solo espero que fuera cosa del tequila. Miré mis manos y no había nada. Gracias universo. No podría soportar otro episodio en un día. Subí la mirada y ella también estaba mirando mis manos con suspicacia. Odio que puedas leer mi mente y no escuchar la tuya. Ella me escuchó y me dedicó una sonrisa en respuesta. Serás mala… Y ella se rio disimuladamente, pero no le pasó desapercibido a Ian.

-¿De qué te ríes? ¿Acaso mis desgracias te hacen gracia?

-No te creas el centro del universo. Se me estaban ocurriendo un montón de maneras para animar esto un poco. –Ian solo refunfuño cosas ininteligibles en respuesta, pero a mí sí que me entró curiosidad.

-¿Cómo qué?

-Por favor no digas verdad o atrevimiento que no somos unos niños pequeños para hacer semejante ridiculez.

-Más bien chupito o atrevimiento, aunque ahora que lo pienso también podemos jugar a yo nunca.

-Tú decides… -Me dijo Ian

Chupito o atrevimiento era bien fácil adivinar sobre que iba. O bebes o haces lo que te mandan y si no lo haces bebes igualmente. Vamos… que bebes o bebes, te guste o no. Genial. Al menos no nos quedábamos sentados todo el tiempo. ¿Y el yo nunca? ¿Qué será? Shawna no quitaba ojo. Solo sonreía como un gato Cheshire. Aaargh!!! Mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer…

-Chupito o atrevimiento.

-Que así sea. –Dijo Shawna con expectación. Algo tenía planeado. –Los señoritos primero. ¿A quien le preguntas, súper amigo?

-Chloe. ¿Chupito o atrevimiento?

-¡Que sorpresa!

-¿Chloe? –Preguntó Ian deseando que le respondiera. Era totalmente inofensivo. ¿Qué mal me podría hacer Ian?

-Atrevimiento.

-Bien pues… ¿Me das un beso? –Lo que yo decía. Inofensivo…

-Claaaro. Ven aquí.

Él se acercó, le cogí de la cara con ternura y se la giré para plantarle uno bien sonoro en la mejilla. Técnicamente no incumplía nada. Cuando se volvió, me miró con cara de sorpresa y más decepción de la que ya había con anterioridad. Pobrecito. Y todo por tu culpa. En todo aquel momento Shawna no dijo nada. Solo estaba como… Distante. Pensando en otra cosa. ¿Shawna? Ella se sobresaltó, pero no dijo nada. ¿Estás bien? ¿Te molestó el beso? Ella sonrió y negó. Para nada. Pobre Ian. No le debería de sentar nada bien que se lo dieras en la mejilla. Yo me sobresalté y casi grito. La acabo de oir!!! La oí!!! ¡¿Cómo?! Ella hizo como si nada.

-Bien Chloe, te toca. ¿A quién preguntas?

-…

Chloe. ¿Te encuentras bien?

-Sí, sí. Estoy bien. –¿Porque la he oído ahora y no antes? ¿Cómo lo hice? Tengo que averiguarlo. –Shawna. Chupito o atrevimiento. –Di atrevimiento. Di atrevimiento. Di atrevimiento… Ella solo se rio. Un resplandor me llamó la atención. Eran mis manos. Mierda. Ahora no.

-Chupito. Lo siento. Tengo sed.

Mi manos solo brillaban más y más. Nunca había incrementado tan rápido su potencia. Si seguía así volvería a pasar lo de la última vez. Me volvería loca. No ayudaba en nada que Shawna se negara a mi petición después de que pudiera escucharla al fin. ¿Me estará provocando a propósito?

-Bien… Me toca a mí. –Dijo después de beberse el tequila sin ningún miramiento. –Rebotemos la pelota. Chloe. ¿Chupito o atrevimiento?

Me está poniendo a prueba. Ahora estoy segura. Quiere que estalle. Mis manos estaban realmente calientes. Intenté ignorarlas lo máximo posible, pero el fulgor violeta me molestaba. Al menos Ian no podía verlo. ¿Qué tendrá planeado? La curiosidad era inmensa.

-Atrevimiento.

-Eres valiente teniendo en cuenta que estamos hablando de Shawna. –Dijo Ian. Ninguna de las dos le hicimos caso.

-Dime lo que tengo que hacer, Shawna. –Lo escuché en sus pensamientos antes siquiera de que lo dijo en voz alta.

Vuela para mí.

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Siento la tardanza. Tuve dificultades en encontrar tiempo. Espero que os guste.

Mil besos mis amores,

Selain