Prologo.

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                             Fantasía.



—No te escuche princesita.— Ronroneo en mi oído- Usa las palabras.

Mi respiración era incontrolable, como si me estuviera pisando un camión el pecho y aún así me diera un poco de espacio para respirar.

La puerta se sentía fría, lo sentía con mis pechos y cara siendo aplastados contra esta, mientras mi único equilibrio eran las manos que sostenían mi cadera y trasero expuesto.

Totalmente desnuda, era invierno joder, pero tenia un calor inmensamente grande dentro que solo aclamaba que me tocara, me mimara y me diera lo que quería.

Yo, la chica que imagino esta escena como una fantasía, estaba siendo adiestrada por un sexy chico...

Pero, esperen, vamos muy rápido. ¿Como llegue aquí? Bueno... larga historia.

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Llámame Señor- ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora