10.
Este capitulo tiene contenido +18, por lo cual si no quieres leer sobre esto, te recomiendo obviar la parte final. Gracias.
''Señor'' Pov
Me encontraba observando mi celular ya que, cuando al fin me había dormido, llamaron al celular.
Era uno de esos idiotas que querían mercancía a estas horas, pero la verdad no me iba a ir, menos teniéndola a... ella aquí.
No sé que mierda está sucediendo, quiero decir ¿Cuantas veces había ya visualizado a Emma en mi cama como para que no le haya podido tocar ni un pelo?
Mierda, estoy muy frustrado conmigo mismo.
¿Y cual fue esa actitud cuando íbamos a dormir? No sé que le provocó eso, bueno... quiero creer que no es lo que estoy pensando.
Inconscientemente comencé a observarla y... Dios.
Es hermosa, de verdad lo es. Tuve un buen gusto esta vez.
Me reí de mi mismo en voz baja recordando todas las chicas con las que me acosté y terminaron siendo unas locas obsesivas.
Su rostro lucia tan angelical y creo que ella no se daba cuenta de eso, aunque siempre tenia su rostro de obstinada. Estaba calmada y su respiración iba al compás, a diferencia de antes cuando parecía tener un ataque de asma.
Me froté los ojos frustrado, una vez más. Pero porque tampoco podía dormir, menos con las vistas de ella al lado de mi cama.
La sutil lluvia era lo único que se escuchaba afuera golpeando suavemente mi ventana.
Terminé por levantarme y buscar algo de agua en el primer piso, pero me detuve cuando escuche unos pasos.
Cauteloso me acerqué con lentitud encontrándome a Noah en la barra de la cocina sosteniéndose su cabeza con las manos.
Me crucé de brazos en la puerta y carraspeé un poco llamando su atención.
-¿Que mierda hago aquí?- Preguntó irritado sin moverse ni un pelo.
No le respondí nada, tampoco entendí cual era su enojo. Pero estaba claro que el y yo no teníamos nada más que ver como para que llegara como loco a mi bar y empezar a gritar e intentar golpearme.
-¡Te estoy preguntando algo!- Alegó casi gritando.- Maldita sea.
Me sobé el entrecejo para tomar con calma la situación.
-Después de hacer tu teatro de payaso, te desplomaste en el suelo inconsciente.
El cambio su cara de irritado y molesto a una confundida, pero pronto elevo una ceja como si no se creyera una mierda lo que estaba diciendo.
-¿Y tu...- Me señaló.- ...me trajiste a mi.- Se señaló.- A tu casa voluntariamente?
Me encogí de hombros sin saber muy bien que responder. Con su actitud en el bar no sabia si decirle que su hermana estaba en mi cama.
No en el mal sentido.
Dios, quería que fuese en el mal sentido.
De repente se puso a la defensiva, poniéndose derecho y señalándome con sospecha.
-Dime que no le llamaste a Emma.
Intenté no reírme, en serio, pero la situación era muy cómica.
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Llámame Señor- ©
Teen Fiction¡Hey, soy Emma! Te voy a contar una historia, un relato, un cuento basado en hechos reales. Donde me di cuenta que a veces no conoces nunca a las personas completamente. Donde el amor no todo lo puede. Que los clichés pueden ser un poco retorcidos. ...