Escucho una voz familiar gritando mi nombre.
He pasado casi media hora refugiándome aquí, mi pequeño escondite durante la tormenta de hace un momento.
Mi tos hace eco en el silencio del oscuro baño delatando mi presencia en este lugar.
Mis manos están sudorosas y tiemblo un poco.
Mi corazón se acelera de la manera que se agita un corazón que tiene miedo a ser descubierto.
Mi respiración se vuelve entrecortada al ver como la manija de bronce de la puerta gira dejándola completamente abierta.
Se escucha el leve sonido de la música y algunas luces coloridas se escurren dentro.
Claro a pesar de la pelea, el show debe continuar.Una silueta se me acerca aunque por la constitución física deduje desde el principio que era él.
— Aquí estás. De verás me asustaste Michelle, no vuelvas a hacer eso — dice parándose en frente mío intimidándome nuevamente con su estatura.
— ¡¿Ahora te preocupas por mí?! — bufo.
— Claro Michelle viniste conmigo, eres mi responsabilidad. Si te hubiese pasado algo a ti también no me lo perdonaría — dice flexionando sus rodillas, quedando casi a mi nivel.
Está completamente agitado, las gotitas de sudor caen de su frente y hay unas pintas de sangre en su pantalón.
Tiene los nudillos lastimados y sus ojos reflejan dolor.No dije nada solo sequé mis lágrimas y me levanté de golpe dispuesta a marcharme.
— Espera, déjame explicártelo — ruega.
— ¿Qué me vas a explicar Malcolm?
— David lo odio tanto que su simple existencia me irrita.
— ¿Entonces si lo hubieses matado a golpes, lo dejarías de odiar?
— Por favor tienes que entenderme — pide.
— ¿Qué parte quieres que entienda? No estoy enterada de nada de lo que pasa entre ustedes y aunque así fuera nada justifica tu violencia — digo acusando con mi dedo.
Según el cuaderno de Dylan, Malcolm y David eran amigos, no entiendo nada... quizás no es el mismo chico y saqué conclusiones precipitadas.
— Es mi peor enemigo...
— ¿Quién David? — interrumpo.
— No, mi incontrolable enojo...siempre ha sido él — escupe para luego soltar un largo suspiro—. Actué sin pensar en las consecuencias — dice tomándome la mano pero yo me desato de sus garras.
— ¿Qué consecuencias? ¿Acaso te van a echar de la Universidad? — pregunto con sarcasmo.
— No claro que no. Mi madre estudió aquí, mis padres son unos donadores importantes — dice bajando la vista.
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El Cuaderno de Dylan [Escritos #1] ©
Mystery / ThrillerMichelle regresó hace dos meses a su ciudad y cada tarde tiene como pasatiempo favorito ver ¿el atardecer? Un reencuentro inesperado le cambiará la vida. Los chicos guapos traen problemas y los cuadernos ocultos no deben abrirse, esconden secretos...