☆Capítulo 17☆

36 18 6
                                    

No podría decir en qué momento me quedé dormido, pero tenía el sueño ligero, tanto, que sentí a Susana moverse y abrí mis ojos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No podría decir en qué momento me quedé dormido, pero tenía el sueño ligero, tanto, que sentí a Susana moverse y abrí mis ojos.

Era de día, bastante temprano pero por el trinar de la aves supuse que estaba amaneciendo, quise saludar pero ella interrumpió con su rápida pregunta: — ¿Tu y yo...?

Asentí con una dulce sonrisa.

Susana se levantó de la cama fiera como un huracán, su rostro no mostraba nada de satisfacción...

¡¿Que está pasando?! — me preguntaba.

Pero eres idiota — dijo y me abofeteó. — Como pudiste aprovecharte así de mi. — dijo tapándose con las sábanas su cuerpo.

Susana yo no... — me trato de disculpar.

Fuera de mi habitación — me expulsa con gritos y puedo percibir una pequeña mancha de sangre en las sábanas que cubrían su precioso cuerpo.

Rápido pongos mis pantalones y me marcho cabizbajo con las manos en mis bolsillos.

Me sentí la peor persona del mundo ... Me sentía como un violador asqueroso y aún me siento así.

No quería hacerle eso, no sabía que era virgen, no creía que me odiaba tanto, creía que hablaba enserio...es mi maldita culpa, debí haberme ido.

A veces tienes que saber cuándo marcharte....

Desde ese día mi corazón se tornó con matices oscuros, se congeló un pedazo importante de él y luego se quebró.

No hicimos equipo jamás...nunca más hablamos aunque íbamos juntos a clases.
Y luego un día sin más ella dejo de asistir a la Universidad de Cherbell.
5. Dylan G.

...
Sin darme cuenta lágrimas escurrían por mis ojos sin control, lo sentía por Dylan. Él la quería de verdad y sufrir por amor no es nada fácil.

Cierro el cuaderno y lo guardo en la gaveta, me siento en la orilla de la cama y espero a que Susana salga para que me dé explicaciones.

***
¿Conoces a Dylan González? pregunto sin recelo. —Él de la fiesta en la piscina.

Un silencio incómodo irrumpe en la habitación...y la chica me da la espalda.

Está bien Susana, como quieras pero que sepas que fuiste jodidamente cruel con él digo agarrándola del brazo y ella me empuja.

Eso no te importa en lo absoluto grita.

Pero abandonarle Susana. Si sabes que se intentó suicidar. Si sabes que está en coma. le reclamo con un tono de dolor y reproche.

El Cuaderno de Dylan [Escritos #1] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora